En horas del mediodía del domingo 17 de marzo, ya hace algo más de un mes, uno de los propietarios de una reconocida distribuidora de Basavilbaso pasó -previo a un viaje- por su oficina para retirar una documentación. Lo que sería un «trámite» de unos instantes se convirtió en una «pesadilla», ya que se encontró con que lo habían «visitado», y peor le habían sustraído dinero y valores que había (como casi nunca) dejado en el lugar.
El empresario, preocupado por la situación, pero aún más por el estado de salud de su esposa hizo que un hijo, el mayor, se contactara con la Policía, mientras él personalmente se comunicó con la emisora pidiendo prudencia en la difusión, ya que en cuestión de horas su esposa debía ser sometida a una intervención quirúrgica y no quería darle ningún disgusto.
La Policía llegó al lugar, en la zona del Acceso Oeste de la ciudad, pasado el mediodía. Los uniformados -según pudo saber FM RIEL- recorrieron las instalaciones, la periferias y no mucho más.
Tomaría impulso la investigación con la llegada, luego, poco antes de las 15, del Oficial Principal Alberto Decurguez quien e hizo se ocupó de levantar rastros y a partir de las imágenes que obtuvo de una de las cámaras de seguridad supo con precisión que el atraco fue a las 00:45 horas y que fueron dos los sujetos, los que con rostros encapuchados ingresaron -por la parte posterior- al inmueble, y que intentaron inutilizar las cámaras de seguridad, no pudiendo evitar que una de ellas, «camuflada» en un sensor de movimiento de la alarma (desactivada), los captara en «plena acción».
Esa misma tarde la Policía solicitó una serie de medidas, que la Fiscalía autorizó a media mañana del día siguiente, el lunes 18. Efectivamente se realizaron tres allanamientos, pero con resultados negativos, no obstante las tareas investigativas no se paralizaron, como tampoco se descartaron hipótesis.
El paso del tiempo minó las esperanzas de que se pudiera dar con el botín o parte de el. «Sentimos una gran impotencia…el dinero que se llevaron ($2 millones en efectivo) nos provocó un gran problema, pero nada comparable con la angustia de no saber cómo llegaron al lugar y «trabajaron» tan «cómodos»…en muy contadas ocasiones dejamos dinero, por lo que es muy raro lo que nos pasó», dijo Carlos Kokoyazuk.
El gerente de Alem Distribuciones le dijo a FM RIEL que no sentía que la Policía tuviera el respaldo del Poder Judicial, y advirtió que «los procedimientos fueron autorizados varias horas después de los requerimientos que hizo la Policía, y me parece que esto terminó siendo funcional a los que cometieron el ilícito…», señaló disgustado.
FM Riel Basavilbaso