La ola de denuncias de abuso sexual y acoso empujó en el Congreso la «ley Micaela», que tuvo un tratamiento exprés y fue finalmente sancionada este miércoles por el Senado. Fue por unanimidad, de 59 votos afirmativos.
Llamada así en homenaje a Micaela García, la joven secuestrada, violada y asesinada en abril de 2017 en la ciudad de Gualeguay cuando tenía 21 años, la iniciativa propone la capacitación obligatoria en temas de género para todas las personas que integran los tres poderes del Estado.
La sanción de la ley es reflejo del impacto en la agenda pública de las últimas denuncias, a partir de la que realizó la actriz Thelma Fardin contra Juan Darthés acompañada por un colectivo de mujeres actrices. Es que la iniciativa estuvo un año y medio en espera, y recién el lunes pasado, Mauricio Macri, tras recibir una carta de un grupo de diputados de distintas bancadas reclamando por el tema, hizo una ampliación por decreto de las extraordinarias, para incluir la cuestión. El proyecto Micaela ya tenía dictamen en la Comisión de Familia. En la noche del martes se debatió en Diputados, donde se votó ya pasadas las 12 de la noche. Y este miércoles por la tarde fue el turno del Senado.
La ley busca prevenir la violencia contra las mujeres, y para eso dispone la capacitación en la temática de género en los tres poderes, para todos los niveles y jerarquías. La autoridad de aplicación será el Instituto Nacional de las Mujeres.
La sesión del Senado había arrancado con alta expectativa por el anunciado descargo del senador radical por La Pampa, Juan Carlos Marino, denunciado por abuso por una empleada de su despacho. Marino se limitó a leer una carta a la vicepresidenta del cuerpo, Gabriela Micheti, negando la situación de abuso denunciada por Claudia Guebel. Luego dejó el recinto y no participó del resto de la sesión, por lo que no estuvo a la hora de votarse la ley Micaela.
El Once