En Concepción del Uruguay se conmemoró ayer el Día Mundial en Recuerdos de las Víctimas de Accidentes de Tráfico, instituido en octubre de 2005, a través de la resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU).
La evocación se concretó ante la estrella amarilla pintada el 13 de octubre en Rocamora y Combatientes de Malvinas, esquina en la que se registrara el siniestro en el que falleciera Emiliano Chaix.
Por ese motivo, sus familiares y allegados del joven se acercaron hasta ese lugar con una flor para depositarla en su memoria y en el de las restantes víctimas de la accidentología vial.
Los incidentes en calles y carreteras provocan anualmente la muerte de cerca de 1,3 millones de personas y daños o alguna incapacidad en otros 50 millones. Constituyen la principal causa de mortalidad entre los jóvenes de edades comprendidas entre los 10 y los 24 años.
El Día Mundial se creó con el objetivo de ofrecer reconocimiento a las víctimas de accidentes y a la difícil situación de los familiares que se enfrentan a las consecuencias emocionales y prácticas de estos trágicos sucesos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Grupo de Colaboración de las Naciones Unidas para la seguridad vial alientan a los gobiernos y las organizaciones no gubernamentales (ONG) de todo el mundo a conmemorar esa fecha, con el fin de atraer la atención pública hacia los accidentes de tráfico, sus consecuencias y costes, y las medidas que pueden adoptarse para prevenirlos.
Habrá otra estrella
Cabe añadir que este jueves 22, a las 10:30, se realizará el homenaje a Fabio Omar Frutos, otra víctima de los siniestros viales. (La calle)