Allanaron a un policía y lo detuvieron por el robo de más de $100.000 a la consignataria Spiazzi de Urdinarrain, en el departamento Gualeguaychú.
El procedimiento se realizó en Rosario del Tala y cuando debió entregar su teléfono celular a las autoridades, habría intentado destruir el chip y el aparato. Por el robo conocido el 9 de octubre hay tres personas con arresto domiciliario.
Una semana después de constatado el robo de unos 100 mil pesos en la consignataria Spiazzi, situada en Silva y Kabul, en Urdinarrain, la Policía realizó un allanamiento y se detuvo a un adolescente de 18 años.
Desde un principio se especuló en que pudieron haber sido al menos dos las personas que actuaron. Ingresaron por la propiedad de un vecino, con fácil acceso y desde allí saltaron un tapial hacia el patio de la consignataria. Luego forzaron una ventana y accedieron al interior. Revisaron cada oficina, movieron escritorios, muebles, buscaron en cada cajón del lugar, y fue en una caja donde hallaron poco más de 100 mil pesos y cheques bancarios. Tras ello abandonaron el lugar y el robo se constató a primera hora, cuando se llegó a trabajar el martes 9.
La Policía trabajó sobre pistas firmes para dar con los responsables del hecho, gracias al aporte de un testigo y de las cámaras de seguridad de la sala de juegos situada enfrente y de otros vecinos. Fue así que el domingo 14 se realizó un allanamiento en una vivienda de calle Alsina en Urdinarrain y se detuvo a uno de los sospechosos.
Luego, durante esta semana, se presentó en los Tribunales de Gualeguaychú un joven de 19 años, acompañado de su abogado. Se le tomó declaración de imputado y posteriormente se le dictó el arresto domiciliario, al igual que el primer detenido.
El jueves se emanó un exhorto para la realización de dos allanamientos en Rosario del Tala. La orden estaba dirigida para la casa de un policía de 24 años que cumple funciones en la comisaría de Gilbert y la otra para la casa de su novia.
La orden no tenía el pedido de detención del policía, pero la actitud que tomó obligó su detención. Cuando los uniformados llegaron a la casa y le requirieron que entregara su teléfono celular, el joven policía habría optado por destruirlo. Esto fue una clara acción de obstrucción a la Justicia, de tratar de eliminar una prueba que lo pueda comprometer y por ello se lo trasladó a Gualeguaychú.
El fiscal Facundo Álvarez analiza por estas horas el grado de participación que habría tenido en el hecho, pero en la acusación formal que se realizó ante el Juez de Garantías Guillermo Biré, se consideró que este policía es coautor intelectual o partícipe primario del hecho. Corrió la misma suerte que los demás: se le dictó arresto domiciliario y ayer una comitiva policial lo trasladó a su domicilio en Tala. (Ahora)