El magistrado que fue salvado en el Jurado de Enjuiciamiento analiza si autoriza o no el regreso del femicida de Micaela García al penal de Federal. El quiere estar junto a Tavi Celis, ya que en la cárcel de Paraná, no la pasa bien.
Una vez más el juez de Ejecución de penas de Gualeguaychú, Carlos Rossi tiene que resolver un planteo sobre Sebastián Wagner, el condenado por el femicidio de Micaela García. En esta oportunidad, el magistrado debe analizar el pedido de mejores condiciones para estar preso.
UNO supo que Wagner, quien se encuentra en la actualidad cumpliendo la pena de prisión perpetua en el penal de Paraná, exigió mejores condiciones de alojamiento. El hombre no está cómodo y teme que lo puedan agredir en alguno de los pabellones de la unidad penal I.
El femicida tras ser condenado, fue derivado hacia el penal de Federal, donde tras una serie de incidentes y problemas internos fue derivado a la cárcel de Paraná.
El problema que se registró, era que Wagner -que se encontraba en el mismo pabellón que Daniel ‘Tavi’ Celis y el condenado por Trata de personas, Gustavo Alfonzo- se había transformado en una especie de guardaespaldas del procesado por liderar una banda narco.
De esa manera, Wagner había «ajusticiado» a un par de presos que habían tenido conflictos con Celis.
Por tal motivo el hombre nacido en Concepción del Uruguay fue sancionado y llevado a Paraná.
Sin embargo, en el penal de la capital entrerriana, no hubo una buena adaptación. Se registraron un par de incidentes lo que llevó a Wagner a ser llevado a las celdas de aislamiento.
Se informó a UNO que una parte de la población carcelaria, con códigos muy especiales, recibió de mala manera al femicida porque aparentemente intentó transformarse en líder de un pabellón.
Malhumorado
Por el vacío que le realizaron numerosos internos, más la incomodidad de no estar en una celda de mejores condiciones, es que Wagner hizo un planteo judicial que llegó en las últimas horas al juez de Ejecución de penas de Gualeguaychú, Carlos Rossi. Justo el mismo magistrado que en su momento le otorgó las salidas transitorias que llevaron a que en libertad Wagner violara y asesinara a Micaela García en la ciudad de Gualeguay.
El Servicio Penitenciario no estaría de acuerdo con que Wagner sea derivado nuevamente a la cárcel de Federal, donde se sabe podría «hacer buenas migas» con Celis.
No hay que olvidar que ‘Tavi’ había sido sancionado en su momento por la jueza de Ejecución de Penas de Paraná,Cecilia Bértora, tras establecerse que seguía manejando a la banda narco en tiempo real a través de distintos teléfonos celulares.
Se había ordenado su derivación al penal de Resistencia, en el Chaco, pero por una decisión de la Justicia Federal, retornó al norte de Entre Ríos.
Se adelantó a UNO, que el juez Rossi solicitó varios informes al Servicio Penitenciario. Primero para saber si había cupo en Federal, y luego cómo era la convivencia en ese penal, si hubo problemas y qué tipo de sanciones recibió.
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El magistrado se tomará un par de horas más, porque sabe que de él depende que se le otorgue el beneficio reclamado por Wagner, pero al mismo tiempo se le acercaron datos de los incidentes provocados por «proteger» a Celis.
Incomunicados
Tras detectarse las llamadas telefónicas desde el penal de Federal por parte de Celis, el Servicio Penitencario colocó en el pabellón donde vive el jefe narco, cuatro inhibidores de telefonía celular que neutralizaron por completo cualquier tipo de comunicación externa o interna desde el penal.
Casualmente, la semana pasada, a través de una nota que hicieron a FM Integración de Federal, un grupo de internos del Pabellón 7 de la Unidad Penal 8, expusieron sus reclamos por el trato y las condiciones en los que deben recibir a sus familiares en tiempos de visitas. Uno de los enojados fue ‘Tavi’ Celis.
Los presos reconocieron que se encuentran en ese lugar por haber cometidos hechos ilícitos «y por eso estamos pagando como la justicia ordenó, pero eso no nos quita el derecho a tener comunicación con nuestros familiares más allegados, llámese padres, madres, esposas, y ni hablar de nuestros hijos, a los cuales se les está causando un daño irreparable en su conciencia y en su estado psicológico, sumándole a esto las condiciones edilicias e inhumanas en las que recibimos a nuestras familias, no contando con una mesa y una silla adecuada para tal recibimiento».
Los internos llamaron a las autoridades a que tomen cartas en el asunto, «y que se considere que la comunicación con nuestra familia y el exterior, son derechos avalados por la Constitución Nacional y por la Ley 24660, la cual no se está cumpliendo, y al no cumplirse se está violando nuestros derechos y garantías», publicó Federal al Día.
Más allá del reclamo, las autoridades del Servicio Penitenciario, rechazaron los planteos y explicaron que son reales las críticas, más allá que se extremaran las medidas de seguridad para evitar que siguieran hablando «ilegalmente» desde el interior de los pabellones. (UNO)