Se trata de Francisco Coronel, quien luego del sanguinario ataque fuera derivado al hospital de Gualeguay, supo Elonce. Con el deceso del joven de 19 años, suman seis los fallecidos por el fatal incendio en el penal de Victoria.
Falleció Coronel Francisco, el joven de 19 años que permanecía internado en el Hospital San Antonio de la ciudad de Gualeguay tras el fatal incendio registrado en la cárcel de Victoria el jueves 7 de junio.
«El deceso se produjo alrededor de las 21.30 de este sábado y fue como consecuencia de las quemaduras de hasta tercer grado que registraba en el 60% de su cuerpo», confirmó a Elonce, el subjefe de la Departamental de Policía de Gualeguay, Martin Macias.
«Nunca se recuperó de las lesiones que sufrió», acotó el funcionario policial.
Su familia había pedido la asistencia del gobierno provincial para trasladarlo a un centro especializado en quemados porque no cuentan con los recursos para hacerlo. Según habían advertido solo recibían asistencia de personas de una iglesia de la localidad del sur entrerriano, ya que según denunciaron oportunamente, ninguna autoridad provincial se había acercado para ofrecerles ayuda.
El incendio en la celda del Pabellón N° 3 de la cárcel de Victoria comenzó después de las 6.30. La hipótesis principal apunta que los internos Kevin Paniagua, de 19 años, Ramón Framulari, de 20, y Maximiliano Chamorro, de 19, prendieron fuego un colchón, lo arrojaron dentro de la celda donde había siete presos, cerraron y trabaron la puerta. En dos minutos llegaron los carceleros a rescatarlos, pero para cinco de las víctimas fue demasiado tarde. Tres fallecieron en el acto: Justo Silva, de 53 años, Marcelo Beber, de 31, y Marcelo Rodríguez, de 30; entre 18 y 24 horas después murieron Brian Alarcón y Vladimir Casco, ambos de 21 años.
Emilio Suárez, de 29 años, el único sobreviviente de la masacre perpetrada en la Unidad Penal N° 5 de Victoria, había contado que al momento de ser atacados recién habían abierto las celdas, pero seguían durmiendo, como era habitual. Dijo que le cayó encima el colchón en llamas y se lo sacó hacia atrás. Cuando intentó salir comprobó que la puerta estaba cerrada. Había quedado entre el fuego, los otros internos y la puerta de la celda.
Además, la víctima dijo que pudo reconocer a los de la celda 3 (contigua a la que estaban ellos) como los autores de la agresión, pero dijo que no sabe cuál era el conflicto que existía con los otros internos, ni ningún motivo para semejante masacre. (El Once)