Un hombre de 61 años terminó en el hospital producto de las heridas con un «tramontina» que le provocó un sujeto que intentó asaltarlo mientras lo conducía a destino.
Los conductores de remis son carne de cañón para la delincuencia. Aún está grabado en la memoria de los ciudadanos de Gualeguaychú lo ocurrido con Juan Antonio Waller, que fue brutalmente asesinado en la madrugada del 6 de marzo de 2016 por dos jóvenes que tomaron pasaje en la agencia donde trabajaba.
Ahora le tocó a Julio Marchesini, que a diferencia de Waller, puede contar su historia, pero tranquilamente el final pudo haber sido otro. Este remisero recibió dos puntazos en el cuello, uno en la nuez de Adán y otro en la yugular, pero además recibió cortes leves cerca de sus ojos, en el pómulo izquierdo, en el cachete, en la pera y debajo de la nariz. Fue atendido en el Hospital Centenario y tras las curaciones fue dado de alta. Ya está en su casa, dolorido, pero vivo.
En la remisería donde Marchesini trabaja, ubicada en Rocamora a metros de San Martín, se recibió un llamado a las 7 de la remisería Gualeguaychú, situada en Primera Junta al 150, para preguntar si podían cubrir un viaje de una persona que estaba en la agencia solicitando un coche.
Según contó a El Día María, la encargada de la remisería Nuevo Urquiza, «es común que se solicite apoyo desde otra remisería para cubrir un viaje». Justo en el momento en que ella recibe el llamado, Marchesini llegó a cubrir su turno. Cuando le consultó por el viaje, el hombre de 61 años no dudó y marchó a la otra agencia con su VW Gol.
Después de eso, todo lo que sucedió fue seguido por María a través del comunicador de radio. «A las 7.02 tomó el pasaje y a las 7.05 empecé a escuchar que la radio de él estaba apretada, pero no se distinguía lo que decía. Después me dijo que le querían robar y me pidió que modulara una reserva. Al ratito le modulé por la radio que tenía una reserva y que debía saber dónde estaba y confirmar si podía cubrirla. Yo adentro del auto no sé lo que pasaba, pero en un momento escuché la voz del delincuente, que iba sentado como acompañante, que le dijo ‘te están apurando'», relató María.
«Yo seguía modulando y mientras tanto discutía con la otra agencia, con el que había pedido el auto para que me dijera a quién había subido como pasajero, pero en eso lo escucho a Marchesini que grita: ‘Hijo de pu…’. Empiezo a decirle que me conteste, pero del otro lado no me decía nada y como a los cuatro minutos lo escucho decir ‘este hijo de pu… me cortó todo'», agregó la mujer que pasó momentos desesperantes.
La víctima condujo directamente hacia la agencia que lo había convocado a contar lo sucedido y mostrarle al policía que cumple funciones de seguridad en una garita lo que le había ocurrido y se conoció que el delincuente había estado minutos antes con el funcionario pidiéndole un cigarrillo. Después de ello, Marchesini regresó a su agencia, ubicada a solo cinco cuadras y relató a María lo sucedido. La mujer lo estaba esperando muy preocupada y trató de higienizarlo, de curarle las heridas, pero no dejaba de sangrar y debió ir al Hospital. Antes de subir al auto encontraron tirado en el piso el cuchillo Tramontina con el cual había sido agredido.
Al remisero no lograron robarle nada porque opuso resistencia, pero por las heridas que recibió a cambio, pasó un par de horas en el nosocomio hasta que recibió el alta médica. Luego de ello fue junto a la Policía a recorrer los lugares por los que transitó con el delincuente hasta el desenlace. Por ahora se busca al autor de la agresión. (El Día)