Tiene 61 años y salió a hacer pública su desesperante situación dado que está desocupado, tiene a cargo una familia y no tiene casa propia. Sin embargo, dejó en claro que no iba a “salir a robar”.
Se llama José Luis Arrazábal, tiene 61 años e hizo pública su decisión de vender un riñón porque se encuentra sin trabajo y sin casa. No puede pagar ni el alquiler, ni la luz.
Es para “ver si puedo acomodar mi familia, yo soy grande”, dijo el hombre que hace 20 años reside en Gualeguaychú. Además, expresó que en su familia, “muchas veces no hemos tenido para comer”; sin embargo aseveró que no iba a “salir a robar”.
Changas
Arrazábal explicó que cuando llegó a Entre Ríos “lo hice teniendo trabajo”, pero después “comencé a hacer changas en plomería, pintura y albañilería” porque “no hay trabajo”.
“Vivimos en una casa alquilada, somos 5 personas que residimos allí y ya no podemos afrontar ni el alquiler ni las facturas de luz y de gas”, puntualizó.
Sin solución
Finalmente el hombre expresó que “hago esto porque quiero que mi familia no padezca, sufro por ellos y no encuentro otra solución”. (Radio Máxima)