El barco llegó a la Histórica proveniente de Luanda, Angola, y se encuentra cargando arroz en bolsa entrerriano.
La llegada del buque ultramarino con bandera portuguesa, Carlota Bolten, generó la reactivación del sector portuario y trabajo para los estibadores, pero los funcionarios reconocen que con un mejor calado se pueden generar mayores alternativas comerciales para el sector productivo entrerriano.
El barco ultramarino Carlota Bolten, de bandera portuguesa y procedente de Luanda, Angola, sigue trabajando en el puerto de Concepción del Uruguay, para cargar 12.500 toneladas de arroz en bolsa con destino a Irak.
Amarrarado en los muelles 3 y 4, el buque carga la mercadería en bolsas de 50 kilos. “Se trata de un barco ultramarino importante, el cual ingresó a pesar de lo bajo del río y pese a que no está dragado en este tramo”, explicó Carlos Schepens, presidente del Instituto Portuario Provincial de Entre Ríos (IPPER) agregando: “este hecho nos llena de alegría más allá de que estamos lejos aún de darle continuidad a lo que anhelamos. En septiembre la empresa de dragado llegaría Concepción con los 25 pies de calado, este barco con 12.500 toneladas, en particular son bastante patriotas lo que lo traen porque es una ecuación complicada, porque en definitiva se trata de números.
“Nos ponemos muy contentos y puede ser más interesante, que es algo que le planteamos a la gente de la CARU, que si miran las determinantes, que son los pasos a dragarse, los dos pasos complicados están acá y con un metro y algo de diferencia se podría cargar muchísimo más, con lo cual es más mano de obra para la gente y mayor negocio para quienes vienen a cargar a Concepción del Uruguay; que de hecho no viene porque sí, llega porque la infraestructura de tierra del muelle es buena, tiene todos los servicios, tiene Aduana, Prefectura y todo aquello que tiene que tener un buen puerto del interior, el mejor y el más equipado y de hecho esperamos que a partir de septiembre esté el dragado y logremos, después de tantos años, darle continuidad a este comercio” comentó el funcionario provincial.
Apertura de mercados
“La gente de la costa del Uruguay tiene que decidirse de una vez por todas a pelear por lo que tiene. Es el primer barco del año, uno lo toma distinto porque al parecer el sector forestal estaría reactivándose y estos vaivenes en el comercio exterior hay que aprovecharlos, en tanto uno de los barcos que estaría nominado para la madera sería gemelo de este, entonces en función de ello van a sacar los números”, explicó Schepens sobre la realidad del sector y en esta línea adelantó: “en el 90 la mitad de los barcos tenían que ver con la madera y en esta semana vamos a tener reuniones en Buenos Aires para evaluar la posibilidad de reanudar el transporte multimodal, desde Asunción y ciudad del Este, junto con el ferrocarril y combinado con el puerto de Concepción o el de Ibicuy”.
El arroz para estas operatorias es proveniente de productores y cooperativas entrerrianas y correntinas y aseguró que esto “genera un flujo importante de fletes en camiones y la mano de obra directa en la terminal portuaria con los estibadores, guincheros y controladores de carga”.
El trabajo del estibador
Por otro lado Schepens habló sobre el estibador y la dignificación ante el trabajo en el puerto y las mejoras en la calidad de vida por parte de las familias que viven de dicho oficio. En esta línea opinó: “el puerto te da trabajo digno, ese trabajo digno hace que sea un trabajo bien remunerado con 6 horas pero la gente se queda dos horas más porque lo necesita y esa persona llega cansado a su casa con el pan bien ganado. Y vos los ves progresar, tanto a él como a su familia y es una parte de la sociedad que hace su trabajo muy bien”.
“Nosotros le ganábamos al puerto de Buenos Aires 500 toneladas por día que podíamos subir al buque, era una de las cuestiones que siempre mostrábamos orgullosos y como es un oficio que se está perdiendo mucha gente del puerto local, lleva su experiencia a otros puertos para armar la estiba y realizar todas las acciones”, relató el funcionario y concluyó: “esa gente debería tener trabajo todo el año y si ellos saben hacerlo y lo hacen bien es una lástima que esto se pierda porque el Estado no quiso invertir en este comercio”. (La calle)