Los resultados son opuestos al perfil psicológico del perito de parte. Pero tienen un punto en común.
Como con cada movimiento en la investigación por el crimen de Fernando Pastorizzo, hubo una nueva filtración en la causa que mantiene presa a Nahir Galarza. Ahora se hicieron públicos los resultados de la pericia psiquiátrica de la joven.
Algo que mantenía en vilo a todo Gualeguaychú y que había sido noticia, semanas atrás, cuando la chica de 19 años se había negado a hablar con el psiquiatra Simón Gighlione, en dependencias del Juzgado Penal de Menores y Familia de la Ciudad de esa ciudad de Entre Ríos. Finalmente, con él se entrevistó tres veces.
La pericia de la adolescente acusada de matar a su novio -se comprobó que el primero de los dos disparos fue a quemarropa y por la espalda-, dice que tiene «baja tolerancia a la frustración»y que «es consciente de sus actos».
En las conclusiones también se habla de «irritabilidad» y «ausencia de estrés postraumático tras el hecho».
Esto lo había marcado la familia de Pastorizzo, por la calma con la que se vio a Nahir caminando en las cámaras de seguridad de Gualeguaychú inmediatamente después de abandonar el lugar donde estaba Pastorizzo inconsciente, en el suelo, junto a su moto. El informe fue incorporado a la causa el martes pasado.
El manager de Nahir, Jorge Zonzini, dijo a Clarín que «resulta sugestivo que nuevamente la querella y el fiscal brinden información sobre el expediente desobedeciendo el dictamen del juez de Garantías (Mario Figueroa), que los apercibió en reiteradas oportunidades por estas filtraciones».
Zonzini se refiere a que el expediente en este momento está blindado. Y -según dice- «para no incumplir, la defensa se va a mantener respetuoso con la causa. Pero sí es claro que los resultados contrastan muchísimo con las pericias de parte, que hablan de una chica que no tiene agresividad».
El perfil psicológico de los peritos de parte de Nahir presentó como conclusión que ella «no se haría daño a sí misma ni a terceros» y que tiene «una brecha enorme en su capacidad intelectual y emocional». La idea se corresponde con que «intelectualmente es brillante y emocionalmente terminó siendo víctima de violencia de género». También la definen como «alguien que quedó detenida en una temprana edad, que es un caldo de cultivo para ser maltratada».
En la pericia que se filtró, el aspecto que la declararía imputable es que comprende la criminalidad de sus actos. Que, a su vez, se condice con la «baja tolerancia a la frustración», que la lleva a la «irritabilidad” y la «disregulación emocional» como rasgo característico de su personalidad.
Esto último quiere decir que Nahir tiene un «control pobre sobre su propia expresión afectiva en distintas situaciones sociales». Y es en esa inestabilidad emocional donde coinciden ambas pericias.
La querella se enfoca en las distintas versiones que dio la adolescente sobre la noche del crimen.
Que no había matado, primero; cuando confesó, pocas horas después; y, por último, cuando llevó su declaración hacia una situación de defensa ante la posibilidad de que fuera su novio quien le disparara.
Nahir está detenida en la comisaría de la mujer de Gualeguaychú desde el día del asesinato de Fernando Pastorizzo, el 29 de diciembre del año pasado.
El psiquiatra Gighlione también dijo que la joven no evidenció una «reexperimentación del trauma» durante las entrevistas. No revivió emocionalmente el momento del crimen, cuando disparó dos veces con el arma reglamentaria de su papá policía.
Por la intervención quirúrgica a la que debió ser sometido uno de sus tres abogados, la audiencia para determinar si se prolonga la prisión preventiva de Nahir -los 60 días finalizaban el domingo- o se logra su excarcelación, se pasó a mediados de marzo. (Clarín)