El Consejo General de Educación firmó la resolución N° 4.333 –a la que tuvo acceso El Entre Ríos- a través de la cual lanzó oficialmente el control «facial» de asistencia de los 50 mil docentes que componen el sistema educativo.
En el Art. 1 dispone «la implementación del sistema de registro y asistencia, mediante el uso de relojes biométricos en establecimientos educativos de la provincia y demás dependencias del CGE».
«El objetivo es lograr una mayor transparencia administrativa y la apertura de un gobierno que se presente como un Estado Inteligente», menciona la resolución entre sus considerandos, y agrega que será «mediante la puesta en funcionamiento de relojes antropométricos en distintas dependencias».
El sistema reemplazaría el soporte de papel por procedimientos electrónicos de servicio online, permitiendo «registrar, comunicar y transferir información con mayor eficiencia, exactitud y transparencia».
La Dirección de Informática y Sistemas realizará una capacitación dirigida a los técnicos asignados para la instalación de los relojes biométricos, que será provisto por el CGE. El técnico asignado en cada escuela estará encargado de la instalación del equipo y del enrolamiento del directivo, quien deberá determinar los agentes autorizados para realizar el registro facial y huella dactilar del personal del establecimiento.
Huella dactilar y facial
La Resolución 4.333 detalla los pasos para realizar el registro de datos antropométricos.
«Todo personal Docente y no Docente debe enrolar por única vez, su huella dactilar y facial en el Reloj Biométrico ubicado en algún Establecimiento Educativo o en el Organismo Central donde se desempeñe. Luego podrá registrar su asistencia cada vez que ingresa y egresa del mismo; efectuando solo un registro: Facial o huella Dactilar».
«Un Técnico Enrolador será el encargado de instalar el dispositivo en cada una de las escuelas que contarán con el mismo y además enrolará las huellas Dactilares y Faciales del Personal Directivo de cada Institución Educativa».
«Una vez enrolado el Director de cada Institución Educativa; éste tendrá acceso para tomar las huellas dactilares y faciales de cada Personal docente y no docente de su institución a cargo. Los cuales podrán registrar su asistencia diaria solo con colocar la huella dactilar o facial previamente grabada».
«Es de importancia mencionar que el Director de la Escuela puede autorizar la habilitación del Secretario/Administrativo de la misma, para que acceda con Privilegio de Usuario como Director; permitiéndole enrolar a todo el personal del Instituto Educativo».
«Asimismo, deberá asignar una persona responsable que realice la carga en el SAGE de aquellos agentes docentes y no docentes pertenecientes a la planta orgánica funcional de la escuela y que no desempeñan su función en el edificio, así como en casos excepcionales en que por motivos ajenos al Personal no se haya efectuado el debido registro en el reloj. En estos casos, deberá registrar la asistencia mediante planilla certificada por el Directivo, la que deberá ser presentada al personal asignado para su carga en el SAGE».
Implementación gradual
El Entre Ríos obtuvo el dato de que la implementación del flamante sistema se llevará a cabo en forma paulatina, comenzando por las escuelas de mayor matrícula, sin que haya aún una fecha determinada para su puesta en práctica.
En principio se colocarán 100 dispositivos en toda la provincia, entre 3 y 4 por cada departamento.
Para Agmer, el sistema es persecutorio y la antesala del presentismo
Debido a esta decisión oficial del CGE, la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer) emitió un comunicado.
«Reiteramos enérgicamente nuestro rechazo al sistema de control facial. Desde la Comisión Directiva Central hicimos público nuestro posicionamiento ante la noticia del destino de recursos hacia fines no primordiales para el funcionamiento de nuestro sistema educativo en el mes de agosto y en el presente mes el Congreso de nuestra entidad ratificó el repudio a esta decisión del CGE», expresan en el escrito.
«Creemos que existe solo una lógica disciplinadora y persecutoria detrás de la pretendida instrumentación del nuevo sistema que se intenta disfrazar bajo dos falacias: por un lado que se resolverán mágicamente los problemas de liquidaciones, para los cuales han demostrado una clara incapacidad; y por el otro que evitará el ausentismo docente. El nuevo sistema es la antesala para instalar el presentismo, que es impulsado en todo el país por el Ministerio de Educación de la Nación. Además, hemos expresado nuestra preocupación ante las declaraciones vertidas por el Presidente del CGE, quien justifica la implementación con argumentos reduccionistas de problemáticas complejas que se deben abordar desde la mejora de las condiciones de trabajo y del cuidado de la salud laboral de los docentes», añaden.
El comunicado de Agmer concluye diciendo. «Cabe destacar que nuestro trabajo docente se mueve en otros tiempos y en otra dinámica institucional que son propias de cada institución, y en este sentido rechazamos las concepciones tecnocráticas-regresivas –acordes con los ejes de las políticas educativas nacionales–, que promueven el presentismo, al pensar el trabajo docente como una tarea administrativa que sólo funciona bien si se la vigila y castiga». (El Entre Ríos)
