Habló la docente que denuncia mala praxis por parte del director del Hospital Santa Elena, Néstor Marcelo Tedesco. Estuvo 4 meses sin poder caminar luego de someterse a una operación de vesícula en la que el médico fue su anestesista.
María Fernanda Rodríguez es profesora de Lengua, docente de nivel secundario y terciario en Santa Elena, además de madre y esposa. El 19 de enero de 2016 a las 4 de la tarde se sometió a una breve operación de vesícula en la única clínica privada de la ciudad, el Sanatorio Santa Elena. Tras la intervención, debía volver caminando a su casa a las pocas horas. Pero no fue así. «El pinchazo de la anestesia me lesionó la médula», lamentó. Allí comenzó su calvario.
En diálogo con AHORA, la santaelenense contó paso a paso la odisea que todavía está viviendo a causa de lo que, a su entender y el de los médicos que la examinaron luego en Paraná, Rosario y Buenos Aires, se trató de una «mala praxis» por parte de quien fue su anestesista, Néstor Marcelo Tedesco. El profesional, oriundo de La Paz, se desempeña como director del Hospital Santa Elena -que también es el único nosocomio público de la localidad-, cargo en el que fue designado por el entonces ministro de Salud, Ariel de la Rosa.
En febrero del año pasado, María Fernanda realizó una presentación ante el Instituto de Obra Social de la Provincia de Entre Ríos -Iosper- para que investigue a Tedesco. “No actuaron, únicamente me recibieron la carta”, expresó. Además, dijo que en una oportunidad, mientras estaba internada en Paraná transitando su rehabilitación para poder volver a caminar, la visitaron quienes definió como “inspectores” de la obra social estatal que la asiste, pero que “ahí quedó todo”. “Nunca más tuve una respuesta por parte del Iosper”, afirmó.
En agosto de 2016, con el patrocinio del abogado Hernán García Guiffré, la docente denunció al médico en la Justicia. “Las acciones que están entabladas son la civil y la penal”, confirmó el letrado a esta Redacción. La investigación penal recayó en manos del fiscal interino Auxiliar de La Paz, Maximiliano Hass. La causa “está con mediación fracasada y pronta a iniciarse el juicio por daños y perjuicios”, informó el abogado de la presunta víctima.
El delito que se le podría imputar a Tedesco “sería mala praxis, porque en el acto de la anestesia él lesionó a mi clienta en una parte de la médula y eso es lo que trajo las consecuencias de una dificultad para caminar y todos los trastornos que vienen aparejados”, definió García Guiffré.
Hace poco menos de un mes, el Estado provincial respondió a una solicitud del fiscal Hass y complicó con sus registros al director del Hospital Santa Elena. “Recién en mayo el Ministerio de Salud informa que Tedesco no estaba matriculado”, dijo el abogado. “Su sello dice que es anestesista y él asegura que sí, pero su matrícula es la de un médico común”, añadió.
En el documento, al que tuvo acceso AHORA, puede leerse que el coordinador de Registro y Fiscalización de Profesionales y Auxiliares de Salud, Gonzalo Navarro, escribió que «en el caso concreto el médico Néstor Marcelo Tedesco, no posee autorización para anunciarse como médico especialista en anestesiología». Hasta el momento, consultado por esta Redacción, el profesional paceño no quiso dar declaraciones sobre el tema.
Dramático relato
“Comencé con una molestia estomacal. Me hice ver, me dijeron que tenía cálculos en la vesícula y que era oportuna la operación antes de que llegaran las complicaciones”, introdujo María Fernanda Rodríguez.
La docente se practicó los estudios prequirúrgicos y se los entregó al médico cirujano del Sanatorio Santa Elena 15 días antes de la operación. Todo estaba en condiciones. La internaron el 19 de enero del año pasado por la mañana. “Lo único que yo siempre vi raro fue que nunca me dijeron qué tipo de anestesia me iban a hacer, yo pensé que iba a ser general; el anestesista nunca habló conmigo ”, reflexiona hoy la paciente.
A las 4 de la tarde la intervinieron quirúrgicamente. “Me empiezan a atender para lo que es la cirugía y yo recuerdo cuando estando en posición de la peridural siento el pinchazo. La operación duró 10 o 15 minutos. Me llevan a la sala y ya ahí comienzo a volver en mí. Le dijeron a mi familia que en dos horas aproximadamente me tenía que levantar para empezar a caminar. Pasaron las dos horas, cuatro, eran las 9 de la noche y nada Recuerdo cuando estando en posición de la peridural siento el pinchazo. La operación duró 10 o 15 minutos. Le dijeron a mi familia que en dos horas me tenía que levantar para empezar a caminar. Eran las 9 de la noche y nada”, relató.
Ella no lo sabía, pero ese era el comienzo de un extenso peregrinar por distintas internaciones, clínicas, médicos y estudios; los primeros momentos de cuatro largos meses durante los cuales no iba a poder caminar ni pararse; el inicio de tantos días en que ni siquiera iba a ser capaz de hacer sus necesidades por propia voluntad. “Empecé a sentir dolores en las piernas, en la cadera sobre todo, como un fuego Empecé a sentir dolores en las piernas, en la cadera, como un fuego
”, describió la docente. Comenzaron las llamadas telefónicas de la preocupada familia a los profesionales que la habían operado.
“Es como que ningún médico se quería hacer cargo y el sanatorio tampoco, ya que yo había estado dentro del equipo de cirugía. Hasta que tipo 10 u 11 de la noche Tedesco indica algún medicamento para desinflamar. Los dolores fueron aumentando, cada vez era peor Los dolores fueron aumentando, cada vez era peor
y no se pudieron volver a comunicar con él hasta las 8 de la mañana del miércoles. Atiende el teléfono y viene a Santa Elena. Yo le pido una derivación a otro lugar para hacer otro tipo de estudios y me dice que en la clínica Modelo de Paraná ya me estaban esperando para hacer una tomografía y ver qué había pasado”, recordó María Fernanda.
Y continuó: “En la clínica Modelo enseguida me hacen una tomografía y me dicen que ven una inflamación en la médula a causa de la anestesia, que podía ser una reacción, pero que en 24 horas eso ya estaría solucionado, ya estaría bien”. Y la enviaron a su casa. “Me vine con una medicación de corticoide para desinflamar. Las 24 horas que ellos decían no se cumplieron, ni las 48, ni 72. Sin caminar, sin control de esfínter, sin sentir nada de la cintura para abajo, pasaron los días y todo seguía igual Sin caminar, sin control de esfínter, sin sentir nada de la cintura para abajo, pasaron los días y todo seguía igual”, rememoró.
Hasta que lograron ubicarla en el Centro de Atención Integral y Cuidados Especiales –CAICE- en la capital provincial, la paciente que debería haber salido caminando de su cirugía de vesícula, estuvo internada en el Sanatorio Santa Elena 35 días más. “A partir del día 30 recién empecé a controlar el esfínter y luego conseguí lugar en el CAICE. Yo no movía nada de la cintura para abajo, estaba en silla de ruedas”, confió.
Desde el 28 de febrero hasta el 7 de julio del año pasado, la mujer se internaba de lunes a viernes en el centro médico paranaense. “Con el equipo que hay allí empecé la rehabilitación. Los sábados y domingos me volvía a mi casa para estar con mi familia”, reconstruyó.
Tras avances que ella considera “milagrosos”, María Fernanda logró volver a pararse en mayo de 2016, lo que más adelante la llevaría a dar los primeros y dificultosos pasos. “En ese tiempo recién me dijeron lo que había sucedido. Por diferentes análisis, tomografías y otros estudios neurológicos y de sensibilidad, me confirmaron que había una lesión en la médula a causa del pinchazo de la anestesia, algo que se llama ‘mielitis medular’ Me confirmaron que había una lesión en la médula a causa del pinchazo de la anestesia, algo que se llama ‘mielitis medular’”, recordó. Y añadió: “Acá en Santa Elena lo único que me decían es que era un efecto de la anestesia”.
La presunta víctima de mala praxis de Tedesco lamenta haber perdido tanto tiempo y dinero antes de lograr saber a ciencia cierta qué tenía para poder comenzar a recuperarse y dejar de sufrir los males que la aquejaban. “Seguí visitando a distintos médicos en Paraná, en Rosario, en Buenos Aires y todos confirmaban lo mismo, que fue una cuestión de la anestesia, que no es común que esto pase, que esto no debía suceder; porque en un momento en Santa Elena minimizaban la situación diciendo que era ‘muy común’ que pasara Seguí visitando a distintos médicos en Paraná, en Rosario, en Buenos Aires y todos confirmaban lo mismo, que fue una cuestión de la anestesia, que no es común, que no debía suceder”, contó.
Intentando una “vida normal”, mientras espera justicia
En el CAICE, a María Fernanda le dieron el alta de internación. Le permitieron volver a su casa de Santa Elena con su familia, pero tiene que continuar con la rehabilitación. “Salí de allí dando unos pasos con un andador y una ortesis, que es una bota plástica que me llega a la rodilla Salí de allí dando unos pasos con un andador y una ortesis, que es una bota plástica que me llega a la rodilla. Voy al kinesiólogo, hago sesiones de masajes, trabajo en la pileta; tomo medicación para la musculación y vitaminas. Fui recuperando un poco más de movilidad, de estabilidad”, resumió.
“Actualmente sigo en rehabilitación. Se puede decir que no he conseguido la normalidad de lo que era, pero hasta las rodillas de las dos piernas estoy sin dolor; y luego desde las rodillas hasta la punta de los dedos no, no tengo sensibilidad, me falta fuerza; sí me traslado, todavía tengo dificultades para caminar pero ando, porque siempre fui muy activa y lo que más quería era volver a caminar”, dijo.
La docente se presentó a dar clases en febrero de 2017. “Estuve un tiempo, pero por complicaciones en el traslado, por la musculación que se cansa, porque está todo en un proceso de generación, me dolía la pierna y tenía mayores dificultades para caminar”, contó. Entonces, la profesora solicitó ser incluida en el Artículo 9 del Régimen de Licencia del Consejo de Educación, por el cual ahora puede permanecer en una institución, la que represente menor dificultad de accesibilidad, y con una carga horaria mínima. “Licencié horas y sigo dando clases en el nivel superior, en el IESSE –Instituto de Educación Superior Santa Elena-, donde doy talleres de Oralidad, Lectura, Escritura y TIC”, confirmó.
Para la santaelenense, seguir trabajando es necesario para afrontar los gastos que le insume su recuperación. “Al tratamiento y las internaciones, que son muy costosos, los pagué yo con mi sueldo y con el crédito asistencial que me da el Iosper. Lamentablemente nadie se hizo cargo y es mucho dinero el que estoy gastando. Puedo decir que estoy en rehabilitación gracias a mi trabajo, porque de otra manera no hubiera podido cubrirlo Al tratamiento y las internaciones, que son muy costosos, los pagué yo con mi sueldo. Estoy en rehabilitación gracias a mi trabajo”, indicó.
Pero además, ejercer su profesión se volvió una parte nuclear de su recuperación, también en otro sentido. “Ella tenía todo un proyecto de vida con su trabajo de docente que se vio alterado”, analizó su abogado. Más allá de reconocerse como una víctima y reclamar justicia en su caso, lo que María Fernanda más quiere y necesita es ponerse bien poder recuperar su quehacer diario, como antes.
“Yo estoy en la mitad de mi carrera docente y no sé cómo va a continuar esto. Ando con un bastón canadiense, pero estar en actividad me favorece, contribuye a mi mejoría. Tengo que tratar de seguir dentro de todo con una vida normal Ando con un bastón canadiense, pero estar en actividad me favorece. Tengo que tratar de seguir dentro de todo con una vida normal,adaptándome a esta nueva situación. ”, concluyó. (Canal 9)