El Ente Provincial Regulador de la Energía (EPRE) volvió a autorizar un nuevo aumento en la tarifa eléctrica en Entre Ríos, el segundo en lo que va de 2022, que se aplicará a partir del próximo 1° de mayo. Fue en respuesta a un pedido presentado por la distribuidora estatal Energía Entre Ríos SA (Enersa), que realizó el 29 de marzo, y que contempla un aumento de la tarifa media global del 10,3%.
Aunque en el caso del cargo fijo, un componente de la tarifa que se paga aun cuando no haya consumo, el aumento será del 20,92: el valor actual, de $179,42, pasará a $216,87. En tanto, el servicio de colocación de medidor para nuevas conexiones pasa de $2.014,30 a $2.437,30, una suba del 21%. También aumenta un 20% el servicio de envío de aviso de suspensión del servicio por falta de pago: de $145,10 se va a $175,50.
La decisión está contenida en la resolución N° 59, dictada este jueves 31 de marzo por el Ente Regulador, firmada por el interventor José Carlos Halle, que aprueba el nuevo cuadro tarifario para el servicio eléctrico que tendrá vigencia entre el 1° de mayo y el 31 de julio, y que alcanzará no sólo a Enersa sino también a las 18 cooperativas eléctricas.
Previo a autorizar el aumento, el EPRE pidió instrucciones a la Secretaría de Energía de Entre Ríos, que responde el miércoles 30 de marzo y plantea que “de efectuarse algún traslado a los usuarios finales debe cumplirse el requisito de gradualidad y razonabilidad dispuesto por el poder concedente”.
En su disposición, el EPRE recuerda que en Entre Ríos hubo congelamiento tarifario desde el 1° de noviembre de 2019 hasta el 1° de marzo de 2021, período en el que “las tarifas estuvieron congeladas” durante 16 meses. “Recién a partir del 1/3/2021 (y luego de 16 meses de congelamiento) se otorgó a las distribuidoras provinciales un aumento de VAD equivalente en tarifa media global del 15%”. Fue “el único del año”. Luego, a partir del 1° de febrero de 2022 se otorgó otra suba, del 21%, “recuperándose parcialmente en forma gradual y razonable las adecuaciones oportunamente suspendidas por el poder concedente”.
En ese marco, el EPRE, “considerando el informe de la situación actual de las distribuidoras elaborado en forma conjunta por las direcciones competentes de este Ente, valorando la situación macroeconómica, el incremento de los precios y salarios que en estos últimos tres años han tenido los costos propios de la distribución de energía eléctrica y las suspensiones de las adecuaciones de tarifa dispuestas por el poder concedente en igual período, encuentra fundado determinar un incremento del valor agregado de distribución (VAD) en el precio nominal de la tarifa del servicio de energía eléctrico, que compendia un periodo trimestral de adecuación pendiente y el correspondiente a este trimestre, lo que representa un equivalente del 10,3% en la tarifa media de venta global”.
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