A seis días de la última manifestación en contra de la administración de Alberto Fernández, grupos de personas autoconvocados por redes sociales organizaron una nueva protesta en diferentes puntos del país.
A seis días de la última manifestación en contra de la administración de Alberto Fernández, grupos de personas autoconvocados por redes sociales organizaron una nueva protesta en diferentes puntos del país y en el exterior. Bajo la consigna #19S, se llamó a protestar desde las 16, respetando las medidas de distanciamiento por la pandemia del coronavirus.
El principal disparador de esta marcha fue el desplazamiento de tres magistrados que investigaban a Cristina Kirchner, aprobado por el oficialismo en el Senado, esta semana. Los temas judiciales y las medidas restrictivas debido a la emergencia sanitaria se constituyeron como los principales ejes de las últimas manifestaciones opositoras en el país.
Las primeras imágenes de manifestantes fueron las de argentinos radicados en el exterior, en ciudades como París, la que ya había sido escenario de protestas en contra de la gestión del Frente de Todos semanas atrás.
En la ciudad de Buenos Aires, el principal punto de encuentro fue nuevamente el Obelisco, sitio en el que los manifestantes replicaron imágenes similares a los de otras manifestaciones, con caravanas de autos y banderas argentinas. Los carteles con lemas contra la vicepresidenta Cristina Kirchner tampoco faltaron.
La residencia de Olivos fue otro de los puntos álgidos del banderazo en la provincia de Buenos Aires, donde además de cacerolas y bocinas, los manifestantes cantaron contra el primer mandatario: «¡Alberto, cuidado! ¡El pueblo está cansado!».
En Mar del Plata, la caravana de automóviles por el microcentro amplió el alcance de la movilización, en una protesta similar a la que se había concretado hace una semana. También con banderas argentinas, los manifestantes recorrieron las avenidas y parte de la principal postal de playas, para coincidir luego al pie del monumento al General José de San Martín. Allí cantaron el himno y hubo expresiones de repudio contra el Presidente y más aún contra la vicepresidenta.
«Corte Suprema de Justicia, restablezca el estado de derecho», se leía en uno de los carteles que se alzaron durante la ruidosa concentración en esa ciudad costera, donde no hubo funcionarios ni referentes políticos presentes, pero sí cientos de manifestantes, a pesar del frío y la amenaza de chaparrones.
En Córdoba, la provincia más opositora del interior, se escucharon bocinazos desde las 16 en las principales avenidas de la ciudad capital y, desde las 17, en vehículos y a pie los manifestantes se agolparon frente al Patio Olmos, una esquina icónica del centro. En volumen, la concentración fue similar al banderazo del pasado domingo, pero la participación fue inferior a aquellas marchas de julio y agosto.
En tanto, cerca de 20 vehículos, entre autos, camionetas y motos, se movilizaron por las calles de la capital de Santiago del Estero, con consignas y críticas a la gestión nacional y provincial por el cierre de comercios y la pérdida de fuentes de trabajo durante la pandemia. La particularidad de ese territorio fue que la marcha se realizó por la mañana, ya que los fines de semanas y feriados solo está permitido circular entre las 8 y las 15.
En Jujuy, los ciudadanos se reunieron otra vez en la Plaza Belgrano de la capital provincial, frente a la Casa de Gobierno. Allí también se oyeron bocinazos y se vieron flamear banderas argentinas, en señal de protesta contra de las medidas tomadas por el gobierno nacional. La imagen de la convocatoria fue de descontento, de repudio y de unión de aquellos adultos mayores que se identificaron con el reclamo.
Al finalizar el encuentro, la desconcentración se desarrolló sin sobresaltos. La consigna jujeña fue «democracia», al igual que en las ocasiones precedentes.
De a poco, los mendocinos también se sumaron a la protesta contra la administración del Frente de Todos, «en defensa de la República y de la meritocracia». En esta oportunidad, más de 300 personas llegaron al microcentro provincial, a pesar de las restricciones vigentes por la pandemia, ya que este fin de semana y hasta el martes, Mendoza ingresa en fase uno para evitar los festejos estudiantiles del 21, en medio de la disparada de contagios.
Para evitar sanciones por violar el distanciamiento obligatorio, la mayoría de los manifestantes se sumó a la marcha desde sus vehículos, por lo que realizaron reiteradas rondas por las principales calles céntricas, como la avenida San Martín, la peatonal Sarmiento y la Arístides Villanueva. Con banderas y pancartas, los ciudadanos repudiaron las medidas e iniciativas oficiales: principalmente la reforma judicial, pero también los «atropellos a la libertad» y las «escasas políticas de seguridad».
En las marchas mendocinas anteriores, durante la cuarentena -salvo la del domingo pasado, en la que hubo escasa concurrencia- participaron más de 500 personas, las cuales iban a ser identificadas por la Justicia para imputarlas por infringir el artículo 205 del Código Penal. (La Nación)