Tras 180 días de congelamiento de tarifas, en el Gobierno ya están trabajando respecto a los posibles ajustes a partir del día 181. Buscan «proteger sobre todo a la clase media y cobrar más a los que más tienen», señalaron.
«Estamos realizando un trabajo muy minucioso de segmentación de los cuadros tarifarios con el propósito de proteger sobre todo a la clase media y cobrar más a los que más tienen», adelantó una alta fuente del Gobierno a Ámbito. Al respecto, señaló que «necesitamos que la clase media no vea dañado sus ingresos por los costos de los servicios públicos para que así cuenten con capacidad de consumo para reactivar la economía».
Cabe señalar que por 180 días están congeladas las tarifas de los servicios públicos y de los combustibles pero en el Gobierno ya están trabajando respecto a los posibles ajustes a partir del día 181. Un tema que preocupa a nivel oficial es que, a pesar de prácticamente haber congelado la mayoría de los precios, la inflación aún se ubica por encima de los 3 puntos. «Si bien la inflación se está desacelerando no a la velocidad que se esperaba», se lamentan.
Respecto al tema tarifario la premisa del presidente Alberto Fernández es que el aumento recaiga sobre los más que tienen. En el caso de la clase media, en el Gobierno se afirma que la situación de las finanzas familiares se encuentra seriamente deteriorada, pero descartan que el alivio pueda venir por una reducción impositiva. «Por el momento, la necesidad de llevar adelante una política fiscal responsable nos inhibe la posibilidad de recortar tributos».
Precisamente, las urgencias del Tesoro llevan a que el gobierno deba ser medido en su política de subsidios, de donde la fórmula en la que están trabajando las autoridades para cuando comience el descongelamiento de las tarifas, es aplicar esquemas en los que los aumentos sean más que proporcionales para los consumos elevados, como forma de contrapesar ajustes de menor magnitud en las restantes escalas. También se analiza el tema de la ubicación geográfica de los hogares, es decir que se intenta aplicar «sintonía fina» en los aumentos tarifarios.
Admiten que el trabajo aún está en etapa de estudio pero que se lleva a cabo bajo la directiva presidencial «la cuenta de la luz o el gas no debe ser un problema para la gente».
En el caso de los combustibles la propuesta quedo en manos de las petroleras. El gobierno hace un par de semanas atrás les pidió que presenten cuál sería el esquema ideal del ajuste en los combustibles pero teniendo en cuenta que el aumento «no tengo un fuerte impacto inflacionario». Esta propuesta empresaria aún no fue acercada a las autoridades. Fuente: (Ámbito).