El inmobiliario y automotor estará vigente a partir de la semana que viene, aunque no ha sido votado en la legislatura y no se animan a hacerlo público.

Un importante aumento en el impuesto inmobiliario y en el automotor comenzará a regir a partir de febrero para los contribuyentes entrerrianos.

“Readecuación” es la palabra que utiliza el gobierno provincial para dibujar y disfrazar una suba que ronda el 60% para cada una de estos tributos.

Más allá de eso, no se sabe si este aumento se da por ley, y en este caso se desconoce cuándo fue aprobada, por lo que se supone que se dará por decreto.

Sin embargo, las boletas con los aumentos ya se están imprimiendo y los contribuyentes podrán verlo a partir de los primeros días de febrero.

Esta “readecuación”, que significará para los entrerrianos una suba de entre el 50% y el 60% en el impuesto automotor y en el inmobiliario, desnuda la grave situación económica y financiera que atraviesa la provincia.

El primer síntoma de esto fue la dilación en enero del pago de los sueldos de diciembre, que de manera insólita terminaron de pagarse el día 17 del mes.

Históricamente, en la provincia los sueldos se pagaban antes del 31 o los primeros días, algo que se dio incluso en los primeros meses de la gestión de Bordet.

A pesar de eso, el segundo mandato comenzó para el gobernador con gravísimas dificultades para pagar los sueldos y para afrontar otros compromisos, como la deuda en dólares que contrajo la provincia.

Es más, Bordet tuvo que recurrir al agente financiero de la provincia para poder cumplir con el cronograma de pagos que había anunciado, algo que le costó al erario público 12 millones de pesos, que tuvo que pagar por ese préstamo.

Cuando se anunció el pago de los haberes de enero, una vez más, la provincia confirmó las dificultades que tiene para cumplir con los trabajadores estatales.

Engañosamente, el gobierno provincial anunciaba que el cronograma comienza el 1º de febrero, cuando en realidad apenas quienes perciben hasta 25 mil pesos podrán disponer sus haberes desde ese día.

Quienes cobran más de 25 mil pesos, deberán esperar hasta el miércoles 5 para poder contar con su sueldo, mientras que los estatales provinciales con mayores haberes terminarán recién el 17 de cobrar.

Evidentemente, la provincia está quebrada financieramente y esta prórroga en el pago de sueldos recuerda a las épocas en que Sergio Montiel era gobernador de la provincia y Fernando De la Rúa presidente de la nación, en el año 2001.

En aquel entonces, la provincia tuvo cada vez más dificultades para cumplir con los compromisos asumidos, entre los que se encontraba el pago de sueldos.

Mes a mes, la acreditación de los haberes se fue concretando cada vez más tarde, hasta que finalmente la provincia tuvo que recurrir a los bonos para que los estatales pudieran cobrar.

Esta situación genera enorme preocupación entre los trabajadores, que desconfían de la capacidad del gobierno de Bordet para poder pagar los sueldos y también temen por sus fuentes laborales.

Durante su primera gestión, el gobernador recurrió sistemáticamente al gobierno nacional de Mauricio Macri para poder hacer frente a los compromisos asumidos.

Sin embargo, este año, Bordet tuvo que viajar repetidas veces a Buenos Aires hasta que finalmente logró que el presidente Alberto Fernández lo recibiera, aunque el mandatario nacional le informó que la nación no le adelantará más dinero a Entre Ríos.

De este modo, con la deuda pública provincial en un estado apremiante, con la obligación de pagar los sueldos y sin la ayuda del gobierno nacional, Bordet le hará pagar a los contribuyentes entrerrianos los excesos de su gestión.

Alguien tiene que pagar los exorbitantes sueldos que perciben los altos funcionarios provinciales, los viáticos descomunales, el uso de autos oficiales, las cifras millonarias que se gastan por combustible, la creación de cargos para cumplir con compromisos y demás.

El aumento de impuestos a los ciudadanos fue la salida que encontró el mandatario provincial para tener fondos para costear los excesivos gastos del gobierno provincial.

Hasta el 7 de febrero se repartirán las boletas en las que aparecerá esta “readecuación”, que encubre un aumento de un 60% de los tributos inmobiliarios y del automotor.

Al igual que todas las iniciativas polémicas que se meten en el bolsillo de los laburantes, ni Bordet ni sus funcionarios se animan a anunciar públicamente los aumentos.

Así se confirma y corrobora la grave situación económica y financiera de la provincia, pero la fiesta la pagan los contribuyentes.

davidricardo.com.ar

Postergan la distribución de boletas de impuestos con aumentos de hasta un 60 %

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