Circular interna de ATER

Mandaron a imprimir las boletas, estaban listas, sin embargo, la publicación de un portal que varios medios provinciales se hiceran eco dando a conocer el sideral aumento truncaron los planes del gobernador, ante el gran malestar de la gente, a través de un mail informaron la contraorden, aunque, por ahora, es momentánea.

Que las arcas provinciales no dan para más, no es ninguna novedad, hace varios meses venimos insistiendo y denunciando el despilfarro de la administración pública con los gastos exorbitantes y superfluos.

Viáticos, gastos de representación, descomunales pautas publicitarias, compra de automóviles de alta gama, el helicóptero para el gobernador, honorarios, primas, gratificaciones, vales de nafta, todos estos costos millonarios para el erario público, sumándose los excesivos sueldos que perciben y una catarata de contrataciones para compromisos políticos, son una constante desde hacer varios años.

La contracara, el ajuste, demoras significativas en el cronograma de sueldos de activos y pasivos, a los trabajadores con paritarias que no llegan ni siquiera a los talones de la inflación, aumentos insignificantes que son pagados por complementaria para nuevamente hacer los descuentos de ley, impuestos incrementados en un 60 %, inminentes reformas previsionales atentando contra derechos adquiridos.

Una gobernación que desde el momento cero no cesa de jactarse de la transparencia, de la austeridad, de la honestidad, de las cuentas claras, que en los hechos se han traducido en el cercenamiento de dar a conocer los actos de gobierno y, lo que es peor, costear su fiesta, su despilfarro, con el bolsillo de la gente.

Justamente esto paso con el “impuestazo” decidido por el mandatario entrerriano que se daba cuenta el pasado jueves.

En medio de un total hermetismo por parte de oficialismo provincial, se pergeñó y se llevó adelante desde la Casa Gris un importante aumento en el impuesto inmobiliario y en el automotor que comenzará a regir a partir de febrero para los contribuyentes entrerrianos.

Para enmascarar la descomunal suba, el gobierno utilizaría la palabra “readecuación”, sin embargo, no sería más que un aumento de los tributos mencionados en un 60%.

Lo que se desconocía es si esta “readecuación”, sería por ley o por decreto, aunque en la legislatura, sus miembros dijeron desconocerlo.

Esta pésima noticia para los bolsillos de los contribuyentes que el gobierno ocultó se filtraba en virtud de que desde ATER ya se habían mandado a imprimir las boletas, las cuales, una vez confeccionadas, de sus números, surgía la suba sideral.

Los documentos a pagar que contenían el primer anticipo del inmobiliario ya se encontraban en las distintas sedes de ATER, es más, varios contribuyentes que se comunicaron con este medio manifestaron tener la boleta en sus manos donde se puede apreciar aumentos que van del 53% al 60%, las variaciones son conforme a las mejoras.

El reparto de las papeletas del inmobiliario comenzaría la semana que viene, sin embargo, a finalizar la jornada laboral de este viernes se conoció que se suspendían hasta nuevo aviso su distribución por los hogares entrerrianos.

Este medio supo, tanto de fuentes de ATER como de la Casa Gris, que a pesar de que la decisión está tomada, al gobernador lo le habría caído nada bien que el aumento se filtrara y se ponga en conocimiento de los entrerrianos.

En otras palabras, nuevamente el mandatario se enojó con un portal paranaense por cumplir su función y exponer su decisión del impuestazo ante la ciudadanía.

La consecuencia de esta exposición, fue un malestar generalizado en los entrerrianos. No es para menos, la gente está cansada de ver el despilfarro millonario, los exorbitantes sueldos, el manejo como si fueran propios de los bienes del Estado.

Por otro lado, la administración provincial hace años que no inaugura una sola obra nueva, para colmo, las pocas que ha inaugurado al poco tiempo se encuentran en estado deplorable. La ciudad sin dudas donde resulta más notoria esta penosa realidad es la capital entrerriana, la cual ha quedado altamente postergada en cuanto a la obra pública.

¿Y qué decir de cómo ha golpeado esta gestión los bolsillos de los trabajadores y jubilados estatales que ya no se haya dicho?

Se perfilaba, se sentía, se intuía que una vez que los contribuyentes tuvieran en la mano las boletas con que el sideral aumento de Bordet, el costo político e institucional sería incalculable, de ahí la decisión de no anunciar la suba, “que se enteren cuando paguen”, fue la idea que primó en el gobernador.

Sus planes se vieron truncados con la publicación mediática, y al gobernador no le quedó mucho margen ganándole el miedo a la calle: No se animó a ejecutar el impuestazo.

Este viernes ATER fue un revuelo, viviéndose momentos de gran malestar cuando sus empleados fueron comunicados de que se suspendía el reparto de las boletas.

No es para menos, más allá del contenido de la boleta, una gran cantidad de trabajadores de la administradora tributaria cuentan con la distribución para sacar un mango más en el mes, frustrándose sus expectativas la noticia.

La decisión en detrimento de trabajadores se comunicó mediante una especie de circular interna que se les remitió por mail, este medio accedió a la comunicación del organismo, la misma dice:

“ESTIMADOS: Atento a que se prevé una nueva postergación del vencimiento del primer anticipo y del pago anual del impuesto inmobiliario urbano, NO SE DEBERA REALIZAR EL REPARTO de los avisos de vencimiento, hasta tanto se autorice por este medio. En consecuencia se reprogramara la fecha de rendición”.

Este medio supo que, con la toma de conocimiento por parte del pueblo entrerriano, el gobernador,  no se animó a ejecutar la suba, dando la contra orden que dirigió a ATER para que no se repartan el inmobiliario, de ahí la postergación.

La misiva comunicacional del organismo de los impuestos no quedó allí, también se informó que asimismo “se suspendía la reimpresión de supletorias”, así que si los contribuyentes concurren hasta la ATER a solicitar la boleta para pagarla, la orden es no otorgarla.

Circular interna de ATER

Ambas, la postergación y la suspensión, hasta nuevo aviso, vale decir, hasta que el mandatario provincial se anime a llevar adelante el impuestazo, indican que la decisión está tomada y que aguarda que pasen algunos días para ver si aminora el gran malestar que existe con su gestión.

El comunicado, por cierto, provocó el enojo de los trabajadores, los cuales insistimos, prevén con el reparto un plus a sus salarios, es más, para muchos este dinero extra es fundamental para aproximarse –ni siquiera llegar- a fin de mes.

En la ATER todas las críticas apuntan a los funcionarios que lo conducen por el ninguneo constante que reciben de los mismos, aunque los receptores de los principales cuestionamientos son los contadores Nicolás Brunner, director general adjunto y Gonzalo Andrés Cuatrín, director de administración e incluso con quien ya no está en el organismo, el Cr. Sergio Granetto.

Tanto Brunner como Cuatrín fueron puestos por Granetto, actualmente concejal de Paraná, sosteniéndose en la administradora que, a pesar de su salida,  es quien realmente maneja el organismo.

Sobre el actual titular, el Cr. German Grané, no existen críticas directas, aunque en la administradora se quejan constantemente por su inacción, es más, lo tildan de “títere” de Brunner.

Más allá de este argumentado malestar de los trabajadores, a quienes encima le deben dos meses de reparto, lo cierto y concreto es que la Administradora Tributaria de Entre Ríos, por orden de más arriba, vale decir, de Bordet, suspendió la distribución de las boletas ya impresas, y es que el gobernador, sumido en el temor a una calle que ya lo castigó electoralmente y que está cansada de pagar la fiesta de su administración,  por ahora no se anima a ejecutarlo.

Fuente: davidricardo.com.ar

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