Los casi $400.000 denunciados como robados en un violento asalto, nunca habrían estado en la casa y que pretendían reclamar a la aseguradora la reposición del dinero. Además, los autores del «autorobo» habrían cometido una estafa.
Durante la tarde de este martes, Gisela Ferreyra, quien denunció el robo a su vivienda en las primeras horas de la madrugada del pasado domingo en Federal, habría intentado desvincular a su hermano, que está detenido por el hecho, adjudicándose la plena responsabilidad en el presunto «autorobo». El aprehendido ya habría reconocido extraoficialmente su participación en el hecho, lo que se espera que ratifique hoy, cuando preste declaración.
Los detalles que surgen del segundo robo al local de Entre Ríos Servicios de la calle Santa Rosa de Lima de Federal, comienzan a conforman una historia en la que se unen el autorobo, la estafa y la complicidad familiar; hacia donde ahora derivó la investigación de los hechos denunciados por Gisela Ferreyra.
Se supone que los casi 400.000 pesos denunciados como robados en medio de un violento suceso, nunca estuvieron en realidad; sino que el armado de la historia habría apuntado a que se creyera que una vez más habían sido víctima de los ladrones, y volver a reclamar a la aseguradora la reposición del dinero.
En medio de esta patraña, la vivienda de la familia Medina-Ferreyra, fue este lunes allanada por orden judicial en el marco de una denuncia por estafa; donde se reclaman 130 mil pesos que fueron abonados en el local de pago de servicios, pero que nunca se utilizaron para cancelar las cuentas que se estaban pagando.
Allanamientos
Los allanamientos en la causa de Robo Calificado por Uso de Arma de Fuego, comenzaron el lunes en la vivienda en la que se creía vivía el joven Ferreyra, el hermano de Gisela que se encuentra detenido, la casa de su mamá de la calle 9 de Julio del barrio El Salto, donde hallaron dos cajas de sedantes para animal, una mochila, un cuchillo tipo cortaplumas, una bicicleta y un teléfono celular; pero luego se supo que éste habitaba la casa de su novia, en el barrio Itatí de Federal, donde se encontraron otros elementos que servirían para reafirmar la responsabilidad del aprehendido, entre ellos un arma de fuego; coautoría que extraoficialmente habría reconocido.
Franco fue reconocido por un testigo, alguien que casualmente se encontraba en las inmediaciones, y que a la hora que se denunció el robo lo vio salir y alejarse de la casa de su hermana, en bicicleta y llevando con él una mochila. Este dato fue fundamental para el esclarecimiento del hecho, llegar a su detención, y luego a que su hermana asumiera que no se trató de un robo, sino del intento de provocar una estafa.
El joven Ferreyra (24), deberá ratificar su participación en el hecho cuando declare ante la Fiscal Irurzun. Su reconocimiento haría cambiar la tipificación de la causa, pasando de Robo Calificado por uso de Arma de Fuego a Estafa; lo que le permitiría recuperar la libertad, aunque él y su hermana continúen involucrados en el proceso. También servirá para determinar si hay un tercero involucrado, y que responsabilidad pudo haber tenido el marido de Gisela Ferreyra, quien es funcionario policial y a quien también se le secuestro su teléfono celular. (Federal al Día)