Macri y Fernández buscarán calmar a los mercados en la apertura, una tarea que ahora no parece tan difícil: buena parte de lo que tenía que subir o caer ya ocurrió en las dos últimas semanas.
Los inversores se volcarán abiertamente al “contado con liqui”, que puede perder fuerza porque las operaciones más grandes ya se hicieron (Shutterstock)
Los inversores se volcarán abiertamente al “contado con liqui”, que puede perder fuerza porque las operaciones más grandes ya se hicieron (Shutterstock)
Desde hoy lunes los clientes de los bancos podrán comprar apenas USD 200 por mes vía online y los que no estén bancarizados USD 100 en efectivo.
Se acabó el cupo de USD 10.000 por mes que los llevaba a un agotamiento de las reservas.
El desayuno a solas de las 8:30 entre Mauricio Macri y Alberto Fernández, el presidente electo, buscará calmar a los mercados en la apertura, una tarea que ahora no parece tan difícil. Todo lo que tenía que subir o caer, lo hizo en las dos últimas semanas.
La moderación de los mercados también viene porque el margen del triunfo no da para el “vamos por todo”. Habrá una oposición equilibrada en número en el Congreso y las medidas que se tomarán pueden acercarse más a lo que se necesita que a las promesas de campaña, aunque decepcione a los aliados y votantes de Fernández, principalmente los sindicatos y las organizaciones sociales.
Los inversores se volcarán abiertamente al dólar “contado con liquidación”, que puede perder fuerza porque las operaciones más grandes ya se hicieron. El dólar MEP o dólar Bolsa, es el que va a ser la referencia del mercado local porque es el que se puede conseguir con los bonos en dólares. También se va a potenciar el “libre”.
Por supuesto, que el principal enemigo de la transición puede cambiar de rosto. Si bien el dólar no se va a quedar quieto, la inflación y el faltante de productos de la canasta familiar puede ser una característica del futuro.
En las dos últimas semanas, con distintas argucias, las remarcaciones de precios fueron de entre 30 y 50%. Los pañales están entre los de mayor aumento. Una marca de gaseosa líder, con variante de 600 ml, subió sus precios 20% pero redujo el contenido a medio litro, lo que implica un aumento total de 40%.
Los empresarios quieren llegar a la mesa de acuerdos con los precios adelantados. Los consumidores son los que pagarán las consecuencias porque no hay forma de contener estas remarcaciones.
El dólar a $90 puede darse solo en el “contado con liquidación. Por encima de ese precio, estiman que sería costo político, pero como en el triunfo ambas partes se portaron civilizadamente, ese fantasma se empequeñeció.
Los bonos van a seguir en la bruma. Tal vez los largos mantengan su paridad, pero los cortos y medianos pueden llegar a precios de default porque tienen vencimientos muy próximos. El cupón del Bonar 2024 que vence el 7 de noviembre, será pagado porque es solo de intereses y le costarán al estado USD 350 millones que debe pagar al sector privado. El resto pertenece a la Anses.
El destino de los títulos no depende de la negociación con los acreedores y el FMI, sino del apoyo que reciban de Estados Unidos que quiere como contrapartida definiciones políticas sobre la región en particular Venezuela. La deuda ha convertido a Donald Trump en un aliado ineludible. La Argentina está demasiada vulnerable. De lo que pocos dudan es que puede haber una quita que se acerque a 20%.
Un sector que se puede ver favorecido con alzas selectivas es a Bolsa. Hay papeles que valen poco medidos en dólares y el valor de las compañías representa menos de la quinta parte de hace unos años. En lugar de comprar un bono a largo plazo, que puede padecer la restructuración de la deuda, hay inversores que prefieren la acción de un banco o de una compañía de energía para dejarla dormir un largo tiempo en sus portafolios hasta que despierte y así tomar cuantiosas ganancias.
Un sector que se puede ver favorecido con alzas selectivas es a Bolsa. Hay papeles que valen poco medidos en dólares y el valor de las compañías representa menos de la quinta parte de hace unos años
Se viene una Argentina nueva. El problema es que hay que demostrar si va a ser mejor o seguirá arrastrando sus males porque los nuevos gobernantes no se animan encarar las grandes reformas estructurales que van a encontrar resistencia en los afectados, particularmente el sector púbico y los sindicatos. Las leyes para encarar la reforma, si el nuevo Gobierno se lo propone, tendrá mejor escenario en el Congreso que el que tiene Mauricio Macri. La realidad hoy se compone de muchas debilidades y escasas oportunidades.
Infobae