La negociación salarial docente atravesó en 2018 un escenario desacostumbrado: dos discusiones paritarias en un mismo año, las dos con intervención judicial. Primero, al inicio del año escolar, el juez laboral José Reviriego; en el tramo final, la jueza Gladys Pinto.
La devaluación de la segunda mitad del año dejó en situación de desventaja a los docentes: en mayo se había cerrado la paritaria anual en un 19%, pero debió reabrirse en septiembre, cuando el Gobierno otorgó un 3% adicional. Ahora, está en discusión la recomposición para los últimos tres meses del año.
Hasta septiembre, el sueldo del cargo testigo, el maestro de grado sin antigüedad, se ubicó en $14.174.
El Gobierno ofreció un 11%, en tres tramos, propuesta que será debatida en el congreso provincial que la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer) citó para este lunes en Valle María, departamento Diamante. Con el mandato de los congresales, el gremio asistirá a una nueva audiencia de conciliación, la quinta, ya sobre el cierre de la conciliación judicial por 20 días hábiles que dictó la jueza Pinto.
Marcelo Pagani, secretario general de Agmer, dice que no se discute “aumento salarial” sino “perder lo menos posible” frente a la inflación. Y que por esa razón, una vez que se cierre 2018 se estará a las puertas de lo que será la discusión salarial en 2019. Un primer paso será recuperar lo que perdió el salario frente a la inflación este año, y después hablar de una recomposición para el próximo año.
“Estamos muy preocupados por el escenario que se nos presenta para 2019. Nos está costando mucho cerrar 2018. Nuestra expectativa era acercar la actualización del salario al proceso inflacionario. La inflación 2018 va a estar muy arriba del 40%. Si finalmente este ofrecimiento del Gobierno cuenta con la aprobación de los compañeros, vamos a terminar el año con un acumulado del 33%. Entonces, cuando nos volvamos a juntar el año que viene, hay que discutir primero este desajuste, y después discutir hacia adelante. Por eso decimos que viene una discusión en febrero muy difícil, muy compleja. Los docentes no podemos perder respecto de 2018”, asegura Pagani.
El dirigente sostiene que frente a una inflación que este año estará cerca del 46% resulta “difícil” poder equiparar el salario a ese índice. “Y esa es la cuestión que nos atraviesa hoy. El porcentaje no se aproxima a lo que será la inflación de este año. Por eso no hablamos de aumentos salariales, sino de perder lo menos posible frente a la inflación”, apunta.
Pagani reprocha la decisión de la administración del presidente Mauricio Macri de clausurar la paritaria salarial docente hace dos años, y dejar esa responsabilidad a los gobiernos provinciales.
“La paritaria nacional significaba un piso salarial para todo el país, y sobre ese piso cada sindicato discutía con sus gobiernos, sobre ese piso. Lamentablemente, hoy no está esa referencia. Se ha corrido el Estado nacional del financiamiento educativo, y ha generado un problema para nosotros y para las provincias. En este contexto, se agrega el hecho de que El Fondo Nacional de Incentivo Docente está congelado en $1.210. Si siguiéramos el proceso inflacionario, ese monto debería estar cerca de los $3000. Ese congelamiento se siente con mayor fuerza entre los docentes que están en la base del escalafón”, apuntó el titular de Agmer.
Pagani rechaza la posibilidad de que los docentes puedan pedir el bono de $5.000 que implementó la Nación, iniciativa a la que se han sumado gobiernos municipales. “Nuestra posición es que todo aumento debe ir al salario. Ese bono puede oxigenar los bolsillos, pero nuestro reclamo es aumentos en blanco, al básico, que no desfinancien la obra social ni la Caja de Jubilaciones”, aseveró. (Ahora)