Sabrina y Fernando tienen síndrome de Down, están enamorados y quieren casarse. Es una historia que impacta y que sensibiliza. Su familia los acompaña pero aún se muestran reticentes a la idea del matrimonio.
Sabrina y Fernando, son inseparables, tienen el mismo apellido, Rodríguez, sueñan con poder desarrollarse como pareja y conformar una familia, porque ni siquiera el síndrome de down que los acompaña les impide amarse.
Ellos se conocieron hace unos siete años en la escuela IDEAS de Gualeguaychú y formaron una relación que se profundizó en el tiempo. Sus madres, se acercaron a los estudios de Radio Máxima, donde decidieron contar la experiencia que atraviesa a ambas familias, y también sus temores respecto al avance de la relación. Pero aun así, coincidieron en apoyarlos plenamente.
«Ellos van juntos a la escuela desde hace unos siete años, pero la relación entre ellos se inició hace un año y medio aproximadamente», contó una de las mujeres a Radio Máxima. «En un momento dado, el psiquiatra Simón Ghiglione nos habló y nos dijo que ellos estaban muy enamorados, y que la relación venía muy en serio. Al principio, nos sorprendimos, pero luego fuimos viendo como los apoyábamos. Así fue que un día coincidimos en encontrarnos las dos familias para charlar respecto a lo que estaba sucediendo», rememoró.
«El profesional, nos aconsejó que el noviazgo también sea afuera de la escuela, porque tenían ciertas restricciones cuando estaban en actividad, por lo que tenían que profundizar la relación en otros ámbitos que no sea el educativo», indicó al respecto.
Las personas con síndrome de Down, muchas veces se ven impedidas por la sociedad de atravesar procesos cotidianos o llevar una vida «normal». En este caso, las madres coincidieron en acompañar a Sabrina y Fernando en su noviazgo, pero aún se muestran reticentes a la idea del matrimonio.
Un amor que se consolida
«Después de un tiempo, ellos resolvieron presentar la pareja en sociedad, justo el día del cumpleaños de Tita, la mamá de Fernando», contó Lucy. «Él quería a todos que conocieran a Sabrina. Y fue muy emocionante. Él la tomó de la mano a Sabri y la fue presentando a cada uno de los familiares como su novia», rememoró.
Las madres se sorprenden por la manera que se consolidó la pareja: «Nosotros nunca nos imaginamos que esto podía terminar de esta forma. Ellos se abrazan y besan adelante de la gente con absoluta normalidad, como cualquier pareja que se ama», señalaron.
«Ellos nos plantean por qué no pueden casarse al igual que los otros hermanos. Pretenden formalizar y tener hijos», indicaron al medio radial de Gualeguaychú.
Pero los padres van llevando la relación con mucho cuidado: «Es muy complicado, a pesar que el psiquiatra nos alienta a que lo hagamos. Nosotros hablamos de este tema, y no lo descartamos. Nos comunicamos mucho con ellos».
Respecto a la vinculación diaria, contaron que «ellos están permanentemente comunicados, porque llegan de la escuela y se llaman por teléfono».
Sabrina y Fernando sueñan con casarse
Sabrina cuenta que en un viaje, «el me siguió para todos lados y allí nos conocimos y me gustó. Me dijo que quería andar de novio y yo acepté». Luego les tuvimos que contar a nuestros padres «relatan
«Entre risas cuentan que los dos son muy celosos, pero no es motivo para discutir. Pero coinciden cuando expresan que se quieren casar».
Fernando asegura que «quiere vivir solo con Sabrina, y que se compromete a realizar todas las cosas de la casa».
Ellos expresan que desean pasar por el altar, pero su familia no lo ve claro: «Nosotros deseamos lo mejor para ellos y respetamos la decisión de quererse y amarse, pero no está muy claro a partir de las limitaciones que ellos tienen», señalaron las madres de los novios.
«Fernando y Sabrina se los ve muy felices y esto es motivo de alegría para nosotros. Buscamos que puedan poder desarrollarse en su relación, pero siempre, estamos junto a ellos», expresaron las mujeres.
Ellos se muestran felices, y el tiempo será testigo hasta dónde llegará la pareja. Mientras tanto, el apoyo y el amor incondicional de sus familias los hace sentir con absoluta plenitud, y soñando que ellos también pueden sentir las sensaciones de estar enamorados». (Radio Máxima)