Tras varias horas de toma, la Justicia intervino y desalojó a los vecinos de La Tablada que allí reclamaban.
Tal como publicáramos ayer en la edición impresa de este Diario, vecinos de barrio La Tablada llevaron adelante una toma de viviendas pacífica en el barrio donde se llevan adelante las obras para la construcción de un complejo habitacional para familias de los trabajadores de Uocra.
Fue entonces que ayer, al cumplirse el primer día desde la toma de posesión de las sesenta viviendas fue que la Justicia llegó al lugar junto a funcionarios de la Policía de Entre Ríos y llevaron adelante el desalojo.
Los afectados
La toma no sólo causó malestar por cuanto al motivo por el que se reclamaba, sino que también afectó muy de cerca a los trabajadores de Uocra que son quienes, en definitiva esperan esas viviendas para poder trasladarse allí con sus familias.
En diálogo con LA CALLE, el titular de Uocra Rubén Molina, brindó detalles de lo vivido: “Nosotros fundamentalmente a lo que queremos apuntar y decir es que los reclamos que tenga la gente de la tablada que más allá de que puedan considerarse justos o no, no nos parece la forma de que hagan lo que están haciendo”.
“Más allá de eso, ya han desalojado el lugar, ya han sacado a la gente y eso es importante. Pero por ahí es importante reflexionar sobre lo que pasó porque creemos que es algo que no puede pasar, porque nosotros hemos esperado cuatro años para recibir estas viviendas y creemos que somos los beneficiarios y que eso no iba a cambiar”, añadió.
Respecto del reclamo de los vecinos de La Tablada, Molina destacó: La Justicia actúa como tiene que actuar, cosa que me parece bárbaro pero por ahí dejar en claro que no puede pasar en Concepción del Uruguay porque creemos que los vecinos tienen que entender, más allá de las necesidades que somos también somos gente de trabajo, no es que somos gente pudiente y que los compañeros que van a recibir esas viviendas hace cuatro años están esperando”. “Nosotros nos solidarizamos con la gente de La Tablada como corresponde, pero me gustaría decirles que hay formas y formas de conseguir las cosas y esta no es la mejor, y nosotros no lo abalamos para nada”, acotó.
El después del desalojo
Consultado por los trabajos que ayer realizaban personal de la Justicia y la Policía en el lugar, el referente gremial indicó: “El martes tomaron posesión de las viviendas, pasaron la noche ahí y este miércoles ya se hizo el desalojo y se comunicó lo que se había decidido y eso creemos que está bien”.
“La Justicia actuó como tenía que actuar y han desalojado el barrio, algunas cosas se han roto y están haciendo un relevamiento de eso que se puede recuperar”, analizó y explicó: “El relevamiento que se hizo fue sobre cómo quedó la situación una vez terminada la toma. Nosotros no intervinimos. El Sindicato se ha quedado esperando la orden de lo que dictó la Justicia, pero lo peor que nos puede pasar es pelearnos entre los trabajadores y nosotros no estamos de acuerdo con eso, sino que todos los trabajadores tenemos que ponernos de acuerdo para luchar juntos más en la situación que hoy estamos”.
Viviendas para trabajadores
“Para nosotros la preocupación era realmente grande, porque la gente tiene que entender que no somos pudientes y a esas viviendas las necesitamos”, explicó el gremialista, a la vez que aseveró: “Más en medio de esta situación donde la obra pública está totalmente parada y tenemos un montón de gente sin trabajo, y la gente que hoy está sin trabajo en su mayoría son beneficiarios de estas viviendas, así que bueno. Nosotros desde ya, nos solidarizamos con la gente de la tablada, pero tenemos que darles a entender a ellos que esta no es la forma”.
El plan de viviendas
Consultado por las viviendas destinadas a los trabajadores de Uocra, Rubén Molina dijo: “Tenemos un plan de 105 viviendas distribuidas 30 en Basavilbaso que están entregadas, 15 en Santa Anita y 60 acá en este barrio de Uocra. Que cabe recordarle a la gente que acá nunca se habían hecho viviendas para los trabajadores de la construcción”.
“Estamos en un 90% de avance de obra, la idea era poder terminarlas y ya entregarlas en noviembre o diciembre”, concluyó. (La calle)
