La Municipalidad de Concepción del Uruguay dispuso la compactación de vehículos retenidos durante operativos de control de alcoholemia, infracciones de tránsito y otros ilícitos. En total fueron reducidos 1710 motovehículos y 5 automotores.
El secretario de Gobierno, Ricardo Vales, explicó que la decisión se enmarca en el PRONACOM, programa nacional de descontaminación, compactación y disposición final de automóviles, que surge en respuesta a la problemática social y ambiental que genera el incremento del parque automotor en Argentina y la consecuente acumulación de vehículos abandonados y/o secuestrados.
“Algunos vehículos estaban secuestrados desde 2010 hasta el 31 de diciembre de 2016. El municipio cuenta con 2.700 motos secuestradas, de los cuales en esta primera etapa compactaremos 1.700 motos y autos. Esta compactación se realiza en los dos depósitos que son titularidad de la Municipalidad”. Se trata de vehículos que no fueron reclamadas por sus titulares, quienes fueron notificados de la resolución de compactación a través del Juzgado de Faltas N° 2.
Por otra parte, las motos que fueron secuestradas desde enero de 2017 hasta la actualidad no se incluyen en el programa de compactación, por lo cual los titulares pueden tramitar su devolución ante el Juzgado de Faltas, “pudiéndose pedir realizar tareas comunitarias cuando no se puede pagar la multa establecida por el Juzgado”, agregó Vales.
La modalidad de compactación
Concepción del Uruguay es una de las ciudades de la provincia que adhirió al Programa de Descontaminación, Compactación y Disposición Final de Automotores y Motovehículos(Pronacom) del Ministerio de Seguridad de la Nación, merced a la adhesión de la Municipalidad.
El trabajo no implica costo para la Municipalidad ya que se enmarca en el PRONACOM, “se firmó un convenio con este Programa y se contrata una empresa que trabaja con el Ministerio de Seguridad de la Nación. Una vez compactados los vehículos, la empresa paga un porcentaje por cada chatarra, monto que será destinado a la Fundación ‘El Edén’, ellos son los beneficiarios del valor de la chatarra”.
El programa permite cumplir dos objetivos ambientales: la reducción del parque de unidades que satura los depósitos municipales, y el tratamiento y disposición final a costo cero del material resultante, incluyendo caños de escape y aceites.