El reconocido economista brindó una disertación en el marco de la XIV Jornada de la Industria de Entre Ríos, en la que analizó cómo está hoy la economía argentina. En ese sentido, planteó la dificultad para realizar pronósticos a futuro, por lo que es clave centrarse en el presente. “La realidad se hace día a día”, resaltó.
Ante la crisis económica y financiera que atraviesa el país, el economista Juan Carlos De Pablo se preguntó durante la XIV Jornada de la Industria de Entre Ríos qué hacemos mientras tanto. En este sentido, sugirió a los empresarios trabajar en el día a día y evitar realizar pronósticos.
“Hay que levantarse todos los días y ver cómo le encontramos la vuelta. La realidad se hace día a día. Me encantaría decir que tengo el pronóstico de los próximos años. Si tomaste decisiones ayer, mañana también tomarás. Y la velocidad con las que vas a cambiar, te la da el contexto”, manifestó.
En relación al futuro, De Pablo aseguró que “no hay cómo saber lo que va a pasar; vivimos en un torbellino”. Al respecto, explicó: “Ninguna persona que quiere tomar decisiones pregunta por las elecciones del año que viene, porque la realidad es extremadamente perentoria”.
Contexto
A la hora de realizar el análisis, el especialista repasó algunos datos claves del plano internacional, sobre todo vinculados al escenario político de Estados Unidos y Brasil. Respecto de la esfera económica, reconoció que las proyecciones son de crecimiento del PBI mundial.
Asimismo, sobre el plano nacional, por un lado resaltó que “Argentina es un país extremadamente politizado” y destacó la importancia que asume en el país la figura del presidente Mauricio Macri y su estilo de conducción. En esta línea, valoró la reacción que tuvo ante la crisis con el pedido de fondos al FMI. “Está trabajando”, expresó.
En relación al préstamo con el organismo internacional, criticó que “desde el punto de vista técnico es flojito”, aunque subrayó que el acuerdo tiene más importancia desde la perspectiva de la política internacional que juega el Presidente. En todo caso, puso un paréntesis sobre la necesidad de cuidar las reservas del Banco Central.
Por otro lado, desde el plano de la política local, puso sobre relieve el papel que asume la investigación conocida mediáticamente como los Cuadernos de la Corrupción, que salpica de lleno a varios empresarios ligados a la construcción. De todos modos, en medio de la crisis, consideró: “Los cuadernos tienen entidad, pero la vida sigue. No podemos dejar de comer hasta que se clarifique, porque la vida es un continuo”.
Medidas
Broma de por medio, el economista disparó que “las políticas económicas que diseñemos tienen que ser a prueba de argentinos”. De todos modos, aunque con críticas en algunos puntos, consideró: “Estoy viendo individualmente mucho más realismo que hace dos años, hace falta la tarea de emparejar”.
Sobre uno de los aspectos que cuestionó, apuntó a la política de lucha contra la inflación. Si bien contempló que “hay que sacarse de encima los stocks indeseables, como con las Lebacs”, señaló que es necesario también “poner los precios relativos en línea, como las tarifas”. “No conozco lucha inflacionaria en serio con tipo de cambio libre”, advirtió.
Sobre el difícil momento que se vive y las medidas de emergencia que tomó el Gobierno nacional, admitió que “cuando tenés una urgencia, te ocupás”. “No hay manuales de la crisis, lo que tenés es formación, principio, coraje e insistencia”, manifestó. De igual modo, dijo que no sólo “no hay plan B”, sino que tampoco “había plan A”.
En su disertación, De Pablo analizó determinadas medidas implementadas por el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, e hizo hincapié en los cambios impositivos. Sobre ello, lamentó que “en la mesa de negociación, los contribuyentes impositivos no estamos sentados”.
De todos modos, sobre las perspectivas, dijo que “la propia duración de la crisis te puede ir transformando la cosa” y eso “va a contagiar al resto”. Al respecto, sugirió “juntar los pedazos en términos de política económica”.