El Presidente dijo que todos deben trabajar «la misma cantidad de horas y de años». Así, apuntó a modificar los regímenes laborales y de jubilaciones especiales. Los cambios están en estudio. Afectarían a docentes y otros sectores.
El presidente Mauricio Macri dio el primer indicio del camino que comenzará a transitar el Gobierno con el objetivo de reducir el déficit fiscal. Dijo que todos los argentinos debían trabajar «la misma cantidad de horas» y de «años» y proclamó la necesidad de terminar con los «privilegios». Las alusiones, como luego confirmaron fuentes gubernamentales, revelaron el objetivo de modificar los regímenes especiales laborales y de jubilaciones que gozan algunos sectores, como los docentes, el cuerpo diplomático o el Poder Judicial.
«Parte de la sociedad que queremos construir tiene que ser más justa, que todos trabajemos la misma cantidad de horas, la misma cantidad de días, la misma cantidad de años, y cada vez mejor», dijo el Presidente.
«Por una Argentina sin privilegios, donde todos trabajemos lo mismo», repitió el Presidente al mediodía, al saludar a los vecinos de la localidad cordobesa de Miramar, subido a una camioneta y acompañado por el gobernador Juan Schiaretti. No se trató, por cierto, de dos casualidades.
Sus palabras recordaron las de fines de octubre del año pasado, cuando en el CCK el Presidente habló del mismo tema con representantes de los distintos sectores sociales, empresariales y políticos.
«El sistema [jubilatorio]seguirá siendo público, universal y de reparto, pero también tiene que ser justo para que todos los argentinos trabajemos al mismo tiempo. Creo que debemos eliminar las jubilaciones de privilegio», dijo Macri.
Las jubilaciones docentes, en algunos casos, quedaron fuera de la reforma previsional aprobada en el Congreso a fines del año pasado. La equiparación de los docentes con el resto de los trabajadores sería una de las metas del Gobierno, coincidieron en el Ministerio de Educación y los gremios docentes. También ostentan regímenes distintos al resto de los trabajadores los integrantes del Servicio Exterior, los científicos e investigadores, y los presidentes y expresidentes, excluidos de modificaciones más recientes.
Cerca del Presidente negaron que se esté trabajando para implementar en el corto plazo alguna medida concreta por pedido del FMI, aunque reconocieron que los dichos del Presidente van «en línea» con sus palabras de ayer. Recordaron que además de las jubilaciones diferenciadas, la idea del Presidente es terminar con privilegios, como los horarios de trabajo del Poder Judicial, a los que criticó en más de una oportunidad. «Tienen vacaciones de 45 días y trabajan hasta las 13.30», dijo Macri en aquella convocatoria pública. Mientras la Corte Suprema recogió días después el guante y se mostró dispuesta a modificar horarios y ferias, el gremio judicial respondió con la amenaza de paros. Todo quedó en la nada.
«Se están evaluando opciones para tener todo listo cuando lo necesite el Presidente», afirmaron al diario La Nación desde el Gobierno y también desde la Anses. Emilio Basavilbaso, titular de ese organismo, estuvo precisamente ayer en la Casa Rosada.
«Las modificaciones deben hacerse por ley, y no deberían ponerse en contra de sectores de la sociedad que vienen aportando un porcentaje mayor de su sueldo mientras están trabajando», advirtió la experta previsional y diputada del massismo, Mirta Tundis. La legisladora distinguió el caso de los jueces, «que no pagan Ganancias ni tienen tope» de sueldos, de otros sectores como científicos y docentes, quienes tienen límites a la hora de jubilarse. «No hay que generalizar», agregó la legisladora opositora.
Jubilaciones de excepción
Presidente y vice: Tienen el derecho a percibir una asignación mensual vitalicia a partir del cese de sus funciones. La asignación del presidente equivale a la remuneración de un juez de la Corte y la del vicepresidente, a las tres cuartas partes de esa suma.
Jueces de la Corte: Adquieren el derecho a una asignación mensual a partir de cuatro años en el ejercicio de sus funciones. Los defensores, jueces y fiscales, tienen derecho a una jubilación ordinaria equivalente al 82% móvil.
Iglesia Católica: Los arzobispos y obispos tienen derecho a una asignación mensual vitalicia equivalente al 70% de la remuneración de un juez de primera instancia
Embajadores: Tienen derecho a una jubilación equivalente al 85% de la remuneración total asignada a la categoría de mayor jerarquía que se desempeñe en el exterior. (La Nación)