Caminos intransitables. En lugares como Feliciano después de tanta lluvia los suelos están saturados.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) anunció mejoras a partir de hoy en distintos sectores de la provincia y esto trae alivio en la región, sobre todo en los departamentos afectados por las copiosas lluvias de las últimas dos semanas.
Feliciano fue uno de los más damnificados, y varias de sus rutas se vieron anegadas, algunas con desbordes de alcantarillas, lagunas o arroyos que días anteriores, e incluso ayer, impidieron el tránsito, según informó a UNO Rodolfo Ronconi, titular de Vialidad Provincial en esa Zonal, quien comentó que las precipitaciones fueron constantes y «llovió de corrido todos los días».
La intransitabilidad de los caminos trajo aparejada que numerosas escuelas de zonas rurales no puedan desarrollar sus clases con normalidad, y en muchas de ellas hace dos semanas que los alumnos están impedidos de llegar a los establecimientos por el estado de los accesos.
En estos casos, los docentes y directivos cumplen horarios en alguna institución de la localidad que esté más cerca. No obstante, tienen definidas estrategias para que los chicos sigan estudiando en sus casas, en un esfuerzo por sostener la educación a pesar de las inclemencias del tiempo.
Sandra Vargas, la directora Departamental de Escuelas de Feliciano, comentó a UNO: «En las zonas de las escuelas rurales ha sido impresionante la cantidad de agua que cayó. La mayoría de los arroyos han cortado los puentes e impiden el paso por los caminos. Los docentes cumplen su horario de trabajo en otra institución escolar o en lugares públicos destinados a ese fin, y los alumnos directamente no están yendo a clases, porque se les hace imposible llegar».
Entre el ejido y el distrito, son alrededor de 34 escuelas rurales en las que no se puede desarrollar actividad. La semana pasada en algunos lugares fue factible dar clases, ya que luego de un extenso tiempo de sequía la sed de las tierra permitió que el agua escurriera con más facilidad. Sin embargo, la persistencia de los chaparrones hizo que el suelo se sature y no absorba más agua. «La situación es sumamente difícil y compleja. Si en la ciudad se generaron problemas, imagínate en el campo, donde los chicos habitualmente deben recorrer grandes distancias, a veces caminando, a caballo o como sea, y ahora no van», señaló Vargas.
En los establecimientos educativos que se sitúan campo adentro, algunas de las vías de ingreso se transformaron en un lodazal y otras directamente quedaron inundadas. «Hay varias escuelas en el campo e incluso en la ciudad que están inundadas, y hay otras donde han caído rayos y se ha cortado la luz. Los alumnos están trabajando en sus casas con los contenidos dados y cuando puedan volver a clases los maestros buscarán las estrategias necesarias para recuperar saberes. Esto ha pasado otras veces, porque la zona rural es muy complicada cuando llueve así», dijo la directora departamental. Sin embargo, lamentó: «Es una cuestión que a nosotros nos está superando. Estamos preocupados porque siguen las mismas condiciones del tiempo y hasta la semana que viene no vamos a poder revertir la situación».
Si bien en algunos establecimientos de la provincia encontraron la forma de hacer llegar tareas haciendo uso de la tecnología, con mensajes a través de WhatsApp, Vargas contó que no es una opción en la zona, ya que «por lo general son personas de bajos recursos y en el campo es muy difícil, porque no tienen acceso a la tecnología ni a Internet, incluso no todos los chicos tienen un teléfono».
Uno de los lugares más afectados del Departamento es la zona del Chañar, situada a 25 kilómetros de San José de Feliciano. En el lugar hay varias escuelas rurales. Una de ellas es la Primaria N° 17 Gregoria Pérez. Dorys Moretti, su directora, contó que «el camino se cortó por el paso del agua sobre uno de los puentes de acceso», y acotó: «El tema de las escuelas rurales en Feliciano es sumamente complicado: la mayoría de los caminos son de tierra y algunos de ripio, pero el principal problema que tenemos es que casi todos los puentes y los accesos están cortados. Desde que empezó esta lluvia, ya cayeron más de 400 milímetros».
Acerca del desarrollo de las tareas que llevan adelante los estudiantes en sus hogares, explicó: «Desde hace tiempo, con la ayuda de un supervisor, elaboramos un cuadernillo con actividades alternativas para que lo completen con ayuda de la familia. Si vemos que está por llover adelantamos mucho ese material, y si no, los días que podemos entrar les acercamos tarea. Después hay otras actividades».
«Es algo que los papás ya saben porque se les explica esto al inicio del año, cómo ejercitar los contenidos para que cuando los chicos vuelvan al aula no tengamos que empezar nuevamente de cero», dijo la directora, y recordó: Ya pasamos por esta situación en 2016, cuando estuvimos un mes sin clases».
Ingresos cortados
Federal es otro de los departamentos donde el agua trepó a los caminos en algunas zonas y el anegamiento impidió el paso a pie y en cualquier vehículo. Santiago Krenz, director de la Departamental de Escuelas en esta zona, aseguró: «Tenemos una situación complicada por la difícil accesibilidad por los caminos de tierra o de ripio».
En este marco, contó que ciertos días de la semana pasada se pudo dar clases en algunos establecimientos, pero el miércoles volvió a llover y también ayer a la madrugada, durante varias horas, provocando nuevamente un anegamiento de los caminos. «En esta zona no solo afectó a los de tierra, que estaban intransitables, sino también a los de ripio e incluso los de asfalto, que están cortados por los arroyos».
También se refirió al procedimiento que garantiza que los alumnos puedan seguir repasando en su ámbito hogareño. «Los docentes que no pueden llegar a las escuelas están cumpliendo su horario de clases en establecimientos urbanos», dijo, y agregó: «En el contexto rural tenemos estas situaciones, se está acostumbrado a trabajar con estos días también. Por eso el protocolo es previo a los días de lluvia, y se dan actividades y una guía de seguimiento que los alumnos resuelven en sus casas, sin dar contenidos nuevos, así refuerzan lo aprendido. Cuando mejora el tiempo y pueden regresar a las escuelas se hace un seguimiento de esas actividades».
Krenz también recordó: «En 2016 y 2017 pasamos estas situaciones y ya están establecidos mecanismos para poder recuperar estos días con actividades y trabajos que los alumnos tienen con anterioridad en sus cuadernos o sus carpetas, para ir avanzando con sus estudios».
Acto seguido sostuvo: «La mayoría de nuestras escuelas son de contexto rural, con difícil accesibilidad». Una de ellas es la escuela rural N° 18 Mburucuyá, ubicada en Loma Limpia, a 40 kilómetros de Federal. Yolanda Falcón, directora de la institución, manifestó a UNO que hasta ayer ya habían caído 300 milímetros, y expresó: «Es imposible llegar, con arroyos desbordados y los caminos anegados. Estamos todos muy preocupados, con esta van a ser dos semanas que no podemos entrar y es muy difícil la comunicación con la zona de la escuela».
Al lugar concurren chicos de nivel Inicial, Primario y Secundario, y también adultos que retomaron sus estudios para poder recibirse. Como la conexión satelital es prácticamente nula en la zona, no funciona el 4G y en general tampoco el paquete de datos en los celulares, es inviable compartir contenidos por WhatsApp o Internet para que los estudiantes sigan aprendiendo: «A esta situación la vivimos años anteriores, por ejemplo en 2016, cuando llovió todo un mes. Lo que prevemos a principios de año con los chicos es brindarles actividades complementarias con contenidos ya desarrollados, para que refresquen esos conocimientos», refirió la directora.
Piloto, botas y WhatsApp
La escuela Nº 95 Santa María está situada en el distrito Chiqueros, en el Departamento Nogoyá. La localidad más cercana es Maciá, que está a 12 kilómetros, de donde llegan alumnos todas las semanas para quedarse en el internado. También asisten chicos de Nogoyá y alumnos que residen en la zona rural, a tres o cinco kilómetros del establecimiento.
Como los estudiantes no pudieron llegar el lunes porque el acceso es por camino de tierra, los docentes que cumplen su horario tratan de acercarles tareas y trabajos prácticos a sus domicilios: «Nos ponemos el piloto, botas de goma y paraguas, y les estamos llevando actividades a los chicos todos los días a sus casas y las buscamos al otro día, y así», contó a UNO Vilma Guglielmero, una de las docentes.
A su vez, comentó: «La mayoría vive en los barrios más periféricos de la ciudad de Nogoyá y de Maciá. A los chicos que son del campo le acercamos tareas el día que había oreado un poco el camino y también les llevamos mercadería para que tengan para estos días. Otra opción que usamos con ellos es mandarles la fotocaptura de las tareas a las mamás por medio de WhatsApp y ellas se las pasan a los cuadernitos. Esto nos ha ayudado un montón, porque tenemos varias familias en el campo y es complicado llegar».
Carlos Sigvardt, director de la Departamental de Escuelas en Nogoyá, también brindó su testimonio y mencionó: «Las lluvias en la zona han sido muy copiosas, así que la mayoría de los establecimientos rurales, si no tienen acceso de ripio, no están funcionando».
Asimismo, refirió que hay unas 60 escuelas en la zona y la mayoría son rurales, ya que el territorio es amplio. A las de nivel Medio arriban usualmente a través del transporte escolar del Inaubepro: «Recorren bastante distancia para llevar a los alumnos a escuelas donde funciona el Secundario, pero ahora es imposible transitar. Y el chico que vive cerca de la escuela y concurre a caballo o a pie tampoco puede llegar», añadió, si bien aclaró que en algunas instituciones la actividad sí es normal: «El condicionante es la accesibilidad de los caminos y no deja de llover. Si el tiempo mejorara, los chicos y los docentes podrían volver a sus aulas, pero al llover todo el día no da tregua para que puedan asistir todos a clases», indicó.
En este marco, sostuvo: «Se disponen algunas alternativas para los docentes, que vienen y cumplen horario en algunas escuelas en la ciudad, y algunas tareas de la recuperación de saberes para los estudiantes cuando mejore el tiempo, porque todo esto escapa a la voluntad de cada uno».
Por último, destacó que generalmente, al mejorar el tiempo después de mucha lluvia, la Dirección Provincial de Vialidad «se pone a disposición para trabajar inmediatamente los caminos que necesitan ser arreglados de urgencia para tener accesibilidad». (UNO)