El menor costo en los productos es una de las principales causas de este fenómeno. Desde hace unos pocos años a esta parte han cobrado cada vez más adeptos estos grandes emporios de la industria alimenticia. Sus bajos precios son la debilidad de los consumidores.
Pasan pocos minutos de las 21:00 del sábado y los empleados terminan de hacer el conteo de cajas para proceder a cerrar uno de los grandes locales que se han erigido en la ciudad y que da cabida a los tantos “mayoristas”, un fenómeno que avanza a paso agigantado en la Histórica.
Desde temprano en la mañana del lunes hasta tarde en la noche del sábado estas grandes moles de la industria alimenticia no detienen su producción, a través de la venta y reposición de insumos que los vecinos de la ciudad consumen en gran nivel. Al punto tal que ha llevado a que pequeños comerciantes se asistan de ellos, o al extremo de otros tantos que han debido cerrar por no poder ejercerles una competencia.
Crecen las compras familiares
Las compras de las familias en los comercios mayoristas crecieron 20 % en 2017, en un contexto en el que consumo de productos masivos cayó 0,5 % a lo largo del año, según un informe elaborado por la consultora Kantar Wonderpanel, y de acuerdo al mismo, “el canal mayorista logró que el 47 % de las familias lo visiten en 2017 y sumó a lo largo del año casi 500.000 clientes nuevos en comparación con 2016, la penetración más alta de su historia”.
En una confirmación de la tendencia que se viene registrando desde hace un año, y el informe sostiene que “los hogares siguen buscando al mayorista para ahorrar haciendo compras grandes, el ticket creció un 41 %, o sea, sobre la inflación y sobre el resto de los canales de compra. De cara al futuro, al analizar si el comportamiento se repetirá en los próximos años, varios indicios muestran que el desarrollo del canal mayorista llegó para quedarse”.
Baja la compra de intermediarios
No obstante el aumento de las compras familiares, “la ecuación general para el canal mayorista no es tan positiva, ya que el consumidor final es solo una parte de su negocio, y la venta efectivamente mayorista cayó al ritmo de la caída de los autoservicios, que perdieron un 10 %”.
El crecimiento del mayorista fue homogéneo en todos los niveles socio-económicos, y creció parejo en todo el país, más allá de nuestra ciudad, pero aún mantiene un mayor desarrollo relativo en el interior, donde 50% de las familias hacen allí sus compras.
“El canal creció gracias a la cantidad de clientes y a que las familias se volvieron más leales. La lealtad pasó de 29 a 34 % en un año, marcando el nivel de aceptación que está logrando”, concluyeron explicando.
¿Por qué los uruguayenses optan por el mercado mayorista?
Comodidad y variedad son algunas de las características que priorizaron los uruguayenses sobre los mercados mayoristas, además del precio. En una recorrida realizada por LA CALLE, los clientes expresaron que dejaron de ir a las cadenas de supermercado tradicional porque los precios eran elevados y la principal diferencia estaba en lácteos y productos de limpieza.
“Encuentro todas las materias primas que necesito, y además los productos que compro por semana para la familia”, remarcan algunos consumidores. En este sentido, señalan además que en productos como los fiambres, la diferencia es notoria. “Hay variedad de marcas y son buenos productos”.
No obstante, si bien todos los rubros crecieron en el canal, las categorías básicas y en especial aquellas con alta frecuencia de compra y fácilmente acumulables, son las destacadas, como aceites, pastas secas, galletitas, gaseosas o papel higiénico. (La calle)