El presidente de la Cooperativa Apícola del Paraná, Jorge Pitter, elogió la decisión de la Argentina y Brasil de reabrir la comercialización de miel fraccionada luego de una década de interrupciones.
El presidente de la Cooperativa Apícola del Paraná, Jorge Pitter, elogió la decisión de la Argentina y Brasil de reabrir la comercialización de miel fraccionada luego de una década de interrupciones y recordó que Entre Ríos es un productor importante de mieles claras, que son las que no produce el país vecino.
Pitter destacó novedad luego de la publicación el martes pasado de un Memorando Circular mediante el cual Brasil habilitó el regreso de las exportaciones de miel argentina, para lo que deberá aplicarse un modelo de certificación sanitaria internacional para elaboraciones apícolas.
«Brasil necesita tipos de miel que ellos no producen, en especial las mieles claras, que se clasifican de esa manera porque son de pradera o de floraciones especiales, como el algarrobo», explicó a Télam el además secretario de la cooperativa provincial de apicultores.
Pitter subrayó que Brasil es un competidor de Entre Ríos en ese mercado y aseguró que la provincia es la segunda productora a nivel nacional, detrás de Buenos Aires y por delante de Córdoba, que tiene el tercer lugar.
En 2017 se conformó la Comisión Nacional de Promoción de Miel Fraccionada, integrada por 20 empresas de todo el país que establecieron como mercado estratégico a Brasil.
La provincia tiene una exportación anual de 13.000 toneladas de miel y hay unos 6.000 productores.
Para el apicultor, la posibilidad de comercializar «colaborará frente a la caída de la producción, como le ocurrió a Brasil cuando necesitó importar por inclemencias del tiempo; las ventas a ese país siempre fueron fraccionadas».
La producción apícola fue tema de debate legislativo local tras la media sanción de un proyecto de ley que apunta a declarar de interés provincial a la producción de miel.
La iniciativa considera también la consideración de la abeja melífera como bien social, por lo que deberá ser protegida como insecto útil.
También propone que la flora apícola sea considerada riqueza provincial, promoviendo su biodiversidad y haciendo sustentable a la apicultura.