La comunidad uruguayense alberga la esperanza de algo màs que un expreso recreativo. Los antecedentes.

En la edición del día viernes 17 de noviembre de diario LA CALLE se destacó la información que el Ferroclub Villa Elisa, realizaría una visita a nuestra ciudad. El interés de estos amantes del servicio de transporte público de pasajeros mas desarrollado en el mundo, el mas usado en los países mas avanzados, por su comodidad, seguridad, limpieza y respeto por el medio ambiente, es comprobar el estado de la red vial e iniciar gestiones que eviten la continuidad de su deterioro por falta de mantenimiento y uso.

De esas visitas ha surgido el Ferroclub Club Concepción del Uruguay, tal como se da a conocer en la edición del domingo 24 del corriente del mismo matutino, con el interesante agregado de la solicitud a la Administración de Infraestructua Ferroviaria de reactivación del ramal Urquiza para cargas y pasajeros.

Es probable que en un principio las intenciones de la institución elisense hayan sido la de extender el servicio turístico que brinda; pero, sin quitar mérito a la tarea comercial y de difusión de los atractivos naturales e históricos de la región, debe expresarse que la comunidad uruguayense alberga la esperanza y tiene la necesidad de algo superador a un expreso recreativo.

Es positivo que esta exploración que se realiza defina que la red de vías se encuentra en buenas condiciones, no las ideales; es probable si que alguna de las obras de arte sobre cursos de agua merezcan mayor atención.

Lamentablemente la larga agonía de los trenes de pasajeros iniciada, incipiente en la década del `60, profundizada durante los noventa, parece recrudecer con el levantamiento de los servicios a La Pampa, y de las inversiones que procuran y anhelan -sin que llegue-, ninguna sería destinada al servicio ferroviario de pasajeros, que supo de una época de esplendor.

En fin, sería una incongruencia que el retorno al pasado que exhiben proyectos a remitirse al Congreso se pretendiera para los ferrocarriles, porque volver al pasado en el servicio ferroviario podría implicar volver a los cincuenta e incluso hasta la mitad de la década del setenta, en los que viajar en los trenes de larga distancia conformaba la habitualidad que brindaba confort y seguridad.

El lobby y los intereses de las empresas de transporte automotor han de ser seguramente muy poderosos para que no se atienda un servicio que tiene un amplísimo consenso social y cuya atención sigue en manos del estado, en aquellos países que son vanguardia en el mundo y que al brindarlo, entienden que están mejorando la calidad de vida de los habitantes y que hacerlo no representa un gasto, generando una disminución en la contaminación ambiental, en la accidentología vial, a la vez que el usuario gana en comodidad.

 

Un antecedente

No es esta la primera expresión del interés por la recuperación del servicio ferroviario. En 2006, por iniciativa del entonces diputado nacional José Eduardo Lauritto, confluyeron profesionales ligados al ferrocarril, personal ferroviario, ex ferroviarios y ferroviarios jubilados, que aportaron su experiencia y conocimiento en la materia.

El trabajo esencialmente se centró en la posibilidad de recuperar los servicios de pasajeros. Se hizo un pormenorizado relevamiento del material rodante con que contaba la provincia en ese entonces y que les habían sido transferido por la nación; se recorrieron los rieles s determinando el estado en ese momento, el libraje, las deformaciones, fisuras y/o roturas, perfilado, y determinación del estado de los durmientes. También se inspeccionaron las obras de arte –puentes y alcantarillas- , estaciones, pasos a nivel y alambrados. También se concretó un listado de las localidades que se verían favorecidas y la población que podría utilizar los servicios.

Se estableció que previa realización de mejoras en los lugares que se indicarían, se podrían restablecer los siguientes ramales para servicios de pasajeros:

1 – Ramal de Paraná-C. del Uruguay, 285,400 km., por Basavilbaso.

2 – Ramal de Paraná-Concordia, 214,400 km., pasando por Federal.

3 – Ramal Concordia-Concepción del Uruguay, 136,800 km.

4 – Ramal San Salvador –Caseros, 98,700 km.

Esto significa la conexión ferroviaria de 50 localidades entrerrianas, con una población beneficiada de 632.638 personas, número estimado una década atrás.

El proyecto fue presentado al entonces Gobernador Jorge Busti por una delegación que encabezó el Dr. Lauritto, a quienes acompañaron los realizadores del trabajo. El mismo gobernador, acompañó luego a esta delegación a la Secretaría de Transporte de la Nación, donde entregaron el proyecto que, lamentablemente, quedó archivado, o los sucesos posteriores acaecidos en el ámbito de esa Secretaría hicieron que quedara de lado.

Es plausible la idea de este novel ferroclub; pero la meta debe ser siempre la ambición de recuperar en el ámbito provincial un servicio esencial como el de los trenes de pasajeros. Resulta muy difícil imaginar que Basavilbaso pueda ser escenario nuevamente de aquellos agitados mediodías o primeras horas de la tarde cuando los trenes que provenían de Federal, Concordia, Paraná, Gualeguaychú y Concepción del Uruguay, confluían en ese nudo ferroviario que posibilitaba todas las combinaciones posibles para los habitantes de nuestro suelo.

Es seguramente utopía restablecer aquello. Pero es posible la rehabilitación de esos cuatro ramales señalados, que junto al servicio urbano del Gran Paraná, dotarían a las rutas de nuestra provincia de mayor seguridad al reducir la cantidad de transporte vehicular, se contribuiría a la mejora del medio ambiente –algo que reclama el mundo-, y se beneficiaría a poblaciones y pobladores que con la desaparición del tren vieron deteriorada su calidad de vida. (La calle)

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