El joven de 29 años no pudo dar cuenta de la tenencia de tantos teléfonos en su casa. Sería el nexo entre los delincuentes y los compradores. Lo descubrieron mediante un ardid. Quedó supeditado a la causa pero en libertad.
Los celulares robados ingresan a un circuito de comercio ilegal de magnitudes desconocidas. En este negocio los roles están repartidos entre los que roban, los que acopian, los que reducen, los que venden y, por supuesto, también los que compran y alimentan que el delito continúe.
Uno de ellos fue identificado en Paraná y será imputado por la Fiscalía. Se trata de un empleado de comercio que era el nexo entre los delincuentes y los compradores. En la búsqueda de elementos sustraídos en un domicilio días atrás, observaron que un celular estaba siendo ofrecido en Facebook a la venta.
El personal de la División Robos y Hurtos de la Policía lo citó para una transacción y así lo descubrieron. Tenía consigo y en su vivienda varios teléfonos de los que no pudo acreditar su legal tenencia. La pesquisa comenzó tras una denuncia radicada por una joven, luego de que delincuentes ingresaron a robar en un departamento mientras los estudiantes que viven allí estaban durmiendo. Se llevaron dos celulares y una computadora muy cara.
La víctima vio que ofrecían un celular en una página de Facebook y dio aviso a la Policía. Además, se pudo observar que el vendedor se ofrecía también para comprar celulares con banda negativa (bloqueados) y constataron que se trataba de un perfil falso ya que las publicaciones que realizaba evidenciaba que era utilizado solamente para esta actividad, publica diario Uno.
De este modo, con el ardid de hacerse pasar por clientes interesados en el aparato, el oferente accedió a encontrarse con los clientes. En ese instante, el personal policial se identificó como tal y le solicitaron algún documento que acreditara la titularidad del celular, pero el joven dijo que lo había comprado en la calle y que desconocía a quién pertenecía. Se comunicó esta circunstancia al fiscal de Atención Primaria quien autorizó el secuestro del celular LG Spirit, como así también de otros celulares que el sospechoso tenía en su poder: dos marca Motorola y otro Samsung J1. Por esto, la Justicia autorizó el allanamiento de su domicilio, en el barrio 31 viviendas, donde había más celulares: un Alcatel One Touch, dos Nokia, un Samsung J1, un One Touch blindado y un Microsoft. (El Once)