El cura Juan Diego Escobar Gaviria cumple la condena a 25 años de prisión efectiva por corrupción y abuso de menores en la Unidad Penal Nº 5 de Victoria. Hasta que su condena quede firme, está previsto que esté allí alojado. Luego se resolverá si es trasladado o completa la pena en esa cárcel. El sacerdote convive con 14 internos y recibe numerosas visitas de Lucas González y de otros lugares. Mantiene el bajo perfil, lee la biblia y celebra auto-misas. Se le ofreció asistencia psicológica, pero la rechazó. “Yo siempre fui así”, le contestó a las autoridades del penal que se preocuparon por su sedentarismo e inactividad.

El director de la unidad penal, José Osuna, indicó que el cura “recibe más visitas que lo habitual”. No obstante, aclaró que “tiene el mismo trato que sus pares”: quienes viven en Victoria pueden visitarlo los miércoles y domingo por la tarde, mientras que quienes llegan desde afuera pueden visitar a los internos cualquier día entre las 8 y las 17, acreditando su domicilio con el DNI. “En todos los casos, la cantidad de personas no puede ser superior a cinco”, indicó el jefe penitenciario, al tiempo que comentó que a Escobar Gaviria llegan a verlo personas de Lucas González y de otros lugares. “Piden saludarlo”, acotó.

Según informó Osuna a Paralelo 32, el sacerdote condenado por abusar sexualmente de cuatro niños que asistían a su parroquia “pasa mucho tiempo en la celda y tiene una vida sedentaria, a diferencia de otros internos que siempre piden algo para hacer”. Su bajo perfil y su inactividad preocuparon a las autoridades, a punto tal que le ofrecieron atención psicológica o psiquiátrica, pero la rechazó explicando que ese “siempre fue su estilo de vida”.

“Pasa horas leyendo la biblia o libros, reza y tiene un buen trato con los convivientes. En general no demanda cosas como hacen otros internos. También se suele integrar en charla con los que comparten el espacio y toman mate”, comentó Osuna. El sector donde está alojado Escobar Gaviria está reservado es para personas que, en líneas generales, tienen buena conducta y no son problemáticas.

Si bien la capilla tiene una actividad normal en cuanto a la liturgia católica, hay una reglamentación vigente, según lo que determinó el capellán de la unidad, Emanuel Tornú. “Escobar Gaviria no puede celebrar culto, únicamente está autorizado para realizar una auto misa”, indicó Osuna. Después de que termina el dictado de clases del ciclo secundario, alrededor de las 18 o 19 horas, el cura es trasladado a la capilla para celebrar el acto litúrgico en soledad. “Es la única diferencia que tiene con otros internos”, señaló el penitenciario. (Análisis)

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