A principios de septiembre le tocó a un piloto de TC Pista Entrerriano. Ahora la víctima fue un piloto de TC Pista del Litoral, que tiene su taller muy cerca de donde ocurrió el otro robo, en Gualeguaychú.
A principios de septiembre le tocó a Hernán Ferrari, un piloto de TC Pista Entrerriano que tiene su taller en el viejo Molino, en Gualeguaychú. Ahora la víctima fue Gastón Rébora, piloto de TC Pista del Litoral, que tiene su taller a la vuelta del Molino, en Goldaracena casi España.
La novedad la dio a conocer el propio Rébora a través de su Facebook y con imágenes donde se veía que tuvo que sacar su auto y el de otro colega, Aníbal Lado, y llevarlos a otro galpón porque los delincuentes habían dejado todo preparado para volver por más.
Según relató a ElDía, los ladrones actuaron el domingo durante la madrugada. Retiraron unas chapas que tapaban la entrada de un terreno baldío aledaño, donde se construirá un edificio, en Goldaracena entre España y Alberdi, e ingresaron al galpón saltando un tapial por la parte trasera.
La alarma sonó alrededor de las 4 y un vecino concurrió hasta la puerta, pero no notó nada extraño. «Se ve que a esa hora ya andaban ahí los tipos», relató el hombre de 30 años, que hace solo un mes y medio integra la grilla de largada de la Clase A de TC del Litoral.
Pero fue recién por la tarde que tomó conocimiento de lo que había ocurrido. «El domingo a la tarde unos chicos de nuestro equipo fueron a buscar la pluma para sacar el motor de un auto que estaba en otro taller y cuando llegaron al lugar se encontraron que las chapas que estaban para tapar la entrada a un terreno que hay al lado las habían sacado. Cuando entraron al taller se dieron cuenta que faltaba un compresor, dos alargadores de 40 metros y dos reflectores de led», señaló.
Si se compara lo que le ocurrió a Rébora con el robo que sufrió Ferrari un mes antes, se concluye que «la sacó barata», como él mismo reconoce, pero sabe que los delincuentes que actuaron conocen la zona y los movimientos. Incluso habían dejado preparado para llevarse en otro viaje unas gomas viejas y otros elementos.
El robo se denunció inmediatamente y según manifestó el damnificado, la Policía realizó todas sus actuaciones de manera rápida. Para nadie quedan dudas que los dos robos están relacionados y que las personas que ingresaron al taller de Ferrari situado a la vuelta, frente al Corsódromo, son las mismas que robaron a Rébora. «Lo peor de todo esto es que tuvimos que salir a alquilar un galpón en otro lugar y es un gasto que no teníamos previsto. Ellos saben lo que tenés y saben tus movimientos», comentó. (El Día)