Hasta ahora, Wagner quedó más comprometido que Pavón y Otero en la muerte de la estudiante en Gualeguay, pero estos deben aún despejar dudas sobre varios indicios. Un repaso de lo sucedido hasta ahora, en el juicio.
Tres hombres fueron señalados por el femicidio ocurrido en Gualeguay que movilizó a la Argentina en el mes de abril. Al juicio que busca saber la verdad sobre quién o quiénes mataron a Micaela García tras un ataque sexual le quedan solo dos días: el martes con testigos de las defensas, y el viernes con los alegatos, y no está claro aún si habrá un pedido de prisión perpetua para uno, dos o los tres imputados. Una gran incógnita que deberá develar el Tribunal es si Micaela fue atacada por una, dos o más personas: si fue una, será Sebastián Wagner el único culpable; si este tuvo complicidad, imperaba hallar pruebas contundentes contra Gabriel Otero y/o Néstor Pavón en el hecho, pero si las que se expusieron en el juicio no son suficientes para convencer al Tribunal, quedará alguien impune.
Wagner confesó la violación y culpó a Pavón por el asesinato. Igual táctica que hace cinco años cuando culpó a su hermano gemelo por un abuso sexual y logró zafar. Pavón y Otero se declararon inocentes. Hay pruebas y testimonios que claramente complican más a Wagner en el crimen. A Otero lo señala un testigo a bordo del auto junto a Wagner un par de horas después del femicidio. Sobre Pavón la acusación marcó contradicciones en sus dichos, y quedaron algunos indicios que lo complicarían en el encubrimiento de Wagner porque lo ayudó a irse de Gualeguay.
Día 1: las estrategias sobre la mesa
El juicio comenzó el jueves 21 de setiembre con las declaraciones de los tres imputados. Wagner hizo un pormenorizado relato de la noche del 31 de marzo en que salieron a cenar junto a su patrón en el lavadero, Pavón, y el hijo de este, de 13 años. Y luego sobre el recorrido en la madrugada del 1° de abril, el rapto de Micaela en una calle del centro de Gualeguay, el traslado hacia el lugar donde abusaron y mataron a la víctima. El violador serial sostuvo que primero fue él quien abusó de la víctima, mientras Pavón la sostenía de los brazos, y luego al revés. Wagner dijo que fue al auto a tomar cocaína y cuando regresó al lugar vio que Pavón había matado a Micaela. Afirmó: «No pude salvarla», porque si lo veía «le pegaba una patada en el pecho». Pidió perdón a la familia de la joven y se victimizó ante el fatal desenlace del cual acusa al dueño del lavadero.
La declaración de Wagner fue leída de un papel, muy trabada, simuló sentirse mal, insultó a Pavón, y al final pidió no presenciar más el juicio. No solo se pueden marcar varias contradicciones en su relato, sino que se observaron sus características perversas al intentar manipular al Tribunal y mostrarse afligido por la muerte de Micaela.
Pavón recordó la cena junto a Wagner y su hijo, quien en un momento se fue a dormir al auto, y dijo que tras cerrar el restorán de la costanera de Gualeguay, su empleado los dejó a ambos en su casa y antes le dio la llave del lavadero para que durmiera allí, debido a los problemas que tenía con la mujer. Asimismo, relató la ausencia de Wagner la mañana siguiente en el lavadero y la ayuda que le dio tres días después para que se fuera a la casa de su mamá en Buenos Aires. La Fiscalía y la querella remarcó varias contradicciones en algunos detalles entre este relato y las anteriores declaraciones.
Otero refirió que desde la noche del viernes hasta la mañana del día siguiente no se movió de su casa del barrio Holanda, y contó lo que hizo aquel día y los siguientes, cuando vio que su mamá y la pareja, Wagner, limpiaban el auto embarrado.
Los primeros testigos del juicio fueron Andrea, la madre de Micaela, así como dos amigas (una de Concepción del Uruguay y otra que alquilaba con ella el departamento en Gualeguay) y el novio de la víctima. Recordaron sus características personales y también físicas, debido a que era tenía fuerza y conocimiento de kick boxing.
Día 2: testigo complicó a Otero
Un testigo dejó mal parado a Otero: dijo que a las 8.30 de la mañana del sábado 1° de abril, vio el auto Renault 18 break conducido por Wagner, y que a su lado iba el joven de 21 años que identificó en una rueda de reconocimiento y nuevamente en el juicio.
Vecinos de Pavón afirmaron que no vieron ni escucharon nada aquella madrugada. El dueño del lavadero dijo que uno de ellos tenía la luz prendida y vio una cortina de una ventana que se movió, como si alguien lo estuviese observando.
Un camionero de un frigorífico afirmó que en una esquina del centro de Gualeguay vio el auto Renault 18 break y en el lado del acompañante una pierna de una mujer. Unos metros más adelante miró nuevamente y la pierna ya no se veía.
Una vecina de la zona donde fue raptada Micaela, dijo que escuchó gritos esa madrugada, que creyó haberlos soñado pero al saber lo que luego había pasado confirmó que no era un sueño.
El policía que peritó las imágenes de las cámaras de vigilancia particulares recabadas en la investigación (las del municipio no funcionaban) detalló el recorrido del auto de Wagner que se observó.
Día 3: salvar al hijo
La testigo más esperada fue Nora González, expareja de Wagner y madre de Otero. La mujer afirmó que su hijo no salió en toda la noche de su casa y sostuvo que le cree a su ex, quien «no sabe mentir». Aportó un dato que no había sido mencionado nunca: que aquella madrugada su hija recibió un mensaje a su celular de parte de Wagner, quien le pedía el número de una chica de parte de Pavón, para un presunto encuentro.
Otros testigos aportados por la defensa de Otero dijeron que vieron al joven ese sábado en su casa en horas de la mañana.
Declararon los policías que buscaron el auto de Wagner hasta que lo hallaron en el lavadero de Pavón, y los empleados de este quienes refirieron lo que sucedió aquella mañana, cuando su compañero no había asistido y la extraña actitud que Wagner tenía cuando llegó a la tarde.
Día 4: el Whatsapp de la discordia
Fue citada a declarar la hija de Nora González, quien ratificó haber recibido el mensaje de Whatsapp a las 3.30 de la madrugada del 1° de abril con el supuesto pedido de Pavón por intermedio de Wagner.
El director de Criminalística de la Policía, Ángel Iturria, se explayó sobre las pericias científicas realizadas a los elementos secuestrados en la pesquisa.
El médico forense Walter Aguirre, quien hizo la autopsia al cuerpo de la víctima, refirió que no se pudo constatar el abuso sexual (pasaron siete días desde el hecho hasta el hallazgo del cuerpo) pero sí había lesiones defensivas en las piernas de un ataque sexual. Además dijo que la víctima no tenía marcas en los brazos.
Día 5: el viaje de la discordia
El camionero que llevó a Wagner hasta Campana en la madrugada del miércoles 5 de abril, afirmó que lo hizo por intermedio de Pavón, quien le pidió el favor. Además, recordó que Wagner quería ir en la parte de atrás del camión, pero lo convenció de ir en la cabina.
Un policía recordó que le había pedido a Pavón que llamara a la madre de Wagner para dialogar con el prófugo y convencerlo de que regresara a Gualeguay. Este diálogo consta en una escucha telefónica.
La psiquiatra que entrevistó a los imputados afirmó que los tres están en condiciones de comprender la criminalidad o no de sus actos, y agregó que le pareció que Wagner y Pavón mostraron signos de nerviosismo, como si ocultaran información o quisieran mostrarse de otro modo del que son.
Se agregó como prueba para la causa el legajo que investiga el mensaje de texto que envió Wagner a una adolescente de 13 años el día antes del crimen de Micaela, en el que la instaba a un encuentro, y la declaración de la víctima que afirmó haber sido amenazada por el violador.
Desenlace
El día seis del juicio será el martes, cuando declararán la pareja de Pavón y su hijo, así como un testigo más aportado por la defensa de Otero. El séptimo y último día del debate será el viernes, con los alegatos de las partes. Se estima que sobre fines de la semana próxima el Tribunal de Juicio de Gualeguay adelantará el veredicto. Fuente: (Uno).-