Verónica Soro, vecina del barrio Las Tejas, contó el angustiante y arriesgado periplo que debió padecer el pasado lunes de madrugada, cuando volvía a su casa luego de una jornada de intenso trabajo.
En declaraciones al programa “Con todo al Aire (Radio 10 Concordia), Verónica Soro empezó agradeciendo por “estar viva”. Agregando que “yo trabajo en un restaurant ubicado en pleno centro, a muy pocos metros de la Central de policía”.
“Me dirijo a casa, contenta de que terminaba mi semana laboral”, detalló. Subrayando que circuló por el camino que recorre el Puente Alvear, avenida Presidente Perón, hasta llegar a los semáforos de la zona conocida como El Martillo, con el objetivo de ingresar a su barrio, en inmediaciones de la fábrica Masissa.
Allí, “dos jóvenes en una moto se me ponen al lado y frenan, sacando un revólver y me apuntan a la cabeza”. En una reacción tan arriesgada como impensada, Verónica decidió “acelerar a todo lo que daba y entré al barrio, tocando bocina y gritando con la esperanza de que alguien me oyera y estos tipos se espantaran”.
Afortunadamente, la peligrosa maniobra salió bien. Y justamente, unos vecinos que venían detrás – y que ya habían advertido todo – la auxiliaron; mientras los malvivientes “agarraron por avenida Unión, que es la calle de tierra paralela a avenida Presidente Perón y que está rodeada de campos”, enfatizó.
Ayuda
Al parecer, los jóvenes en moto ya la venían siguiendo desde la zona de la plazoleta Islas Malvinas. Aún en estado de shock y temblando, la damnificada llamó al destacamento policial de Villa Adela para hacer la denuncia, pero nadie atendió.
“Llamé al teléfono de emergencia que viene con los celulares y me dijeron que quizá los efectivos estaban patrullando y por eso no podía atenderme”, aseveró.
Verónica exteriorizó su impotencia ya que “esa señora que me atendió desde el comando, supuestamente iba mandar una patrulla, cosa que nunca pasó: nunca la vimos”.
Sin atención
La vecina no se amilanó y procedió a radicar la denuncia – un poco ya repuesta del terrible momento – en la Departamental de Policía. Una vez allí, pidió una audiencia con las autoridades por lo que la hicieron volver en la mañana del martes, pero infructuosamente: nadie la atendió.
Verónica contó además que a había sufrido un episodio de inseguridad cuando le robaron en su domicilio y pidió refuerzos – tanto en patrulleros como en personal policial – para una zona de Concordia que se sigue expandiendo, como lo es la comprendida por los barrios mencionados. (Diario Rio Uruguay)