Juan Diego Escobar Gaviria salió alrededor de las 15.30 de los tribunales de Gualeguay. Lo sacó una camioneta cuatro por cuatro de la Policía provincial, con los vidrios polarizados. Unas horas antes, el Ministerio Público Fiscal a cargo de Federico Uriburu y Dardo Tórtul; y el querellante Mariano Navarro habían pedido que se lo condene a 25 años de prisión. Así lo valoraron al considerar que es responsable de Promoción a la corrupción agravada por la condición de guardador, en tres casos distintos, y autor de un Abuso sexual agravado por la condición de sacerdote. Asimismo se solicitó que se mantenga la prisión preventiva hasta que haya sentencia y en el caso de que esa sea condenatoria, se le prorrogue hasta que adquiera firmeza la decisión del tribunal. Por otro lado, los defensores particulares Milton Urrutia, Juan Pablo Temón y María Alejandra Pérez reclamaron la absolución del cura y que quede en libertad. Según pudo reconstruir este medio, atacaron una Cámara Gesell al sostener que no tuvieron oportunidad de participar en la realización de la misma -pero esa prueba ya fue admitida como tal en instancias anteriores-; arremetieron contra la psiquiatra que hizo las cámaras gesell; y fueron contra el fiscal Uriburu. Por su parte, desde el Ministerio Pupilar se consideró que los derechos de los niños fueron resguardados en todo momento. El veredicto se conocerá el 6 de septiembre, a las 8.
La defensa de Escobar Gaviria atacó una Cámara Gesell realizada al niño de 11 años. Dijeron los abogados particulares del cura que no es válida como prueba porque no pudieron nombrar un representante particular para la realización de la misma. Sucede que cuando esa Cámara Gesell se hizo, como fue la primera, Escobar Gaviria todavía no estaba imputado y ni siquiera había nombrado abogados en la causa. Sin embargo, la medida de prueba se realizó con la participación de un defensor oficial. Así fue entendido en instancias anteriores de la causa, por eso fue admitida como prueba en el juicio. Lo que se le cuestionó a los abogados del cura es que no hayan rebatido antes esa cámara, porque fueron ellos quienes la consintieron como prueba en la audiencia de remisión a juicio oral. La estrategia de la defensa era atacar a producción de esa prueba fundamental para intentar derribar el juicio, pero hasta ahora no lo consiguieron.
En ese sentido, los abogados arremetieron contra el desempeño de la psiquiatra Diana Bonzi y la forma de trabajo. Pero la representante del Ministerio Pupilar, se encargó de mostrar que las pruebas a cargo de Bonzi -que fue quien hizo las cámaras gesell-, se realizaron conforme a los procedimientos establecidos.
Asimismo, los defensores sostuvieron que la causa estuvo “armada para sacar al cura del pueblo”. Al por qué de ese plan lo explicaron asegurando que Escobar Gaviria luchaba contra “políticos narcos”. Lo llamativo de eso es que durante los 12 años que el religioso estuvo en Lucas González, no haya hecho ni una sola denuncia por narcotráfico sino que se ciñó sólo a los sermones en las homilías. Además, uno de los jóvenes denunciantes en este juicio, contó que Escobar Gaviria les daba dinero a los chicos para que compren bebidas alcohólicas y cigarrillos.
“Los testigos que ofreció la defensa vinieron mal al juicio, ni siquiera supieron expresar bien cuál era el interés que tenían en la causa, sólo se limitaron a decir que querían que el cura salga libre”, contó una fuente judicial. “En base a eso declararon a favor del cura, pero ninguno con un fundamento concreto”, se indicó.
Espiral acusatoria y un líder en caída
El fiscal Federico Uriburu, contó a ANÁLISIS que la estrategia acusatoria se desplegó en forma de espiral. “Pusimos en el centro a los testigos principales y a medida que se va alejando, los testigos periféricos. Todas las versiones confluyen en el centro. Esa fue la idea gráfica sobre los cuatro hechos imputados que encajan perfectamente entre sí y donde las pruebas en un caso también son pruebas en los otros casos”, explicó.
Más allá de las versiones de las víctimas, se destacó al testigo nuevo; se resaltó que los delitos se cometieron en un contexto de violencia de género, porque los abusos se cometen contra personas que el abusador considera inferiores. “Una persona con un carácter parecido o igual al de Escobar Gaviria no se va a llevar bien con él, por eso él chocaba con lo político, con otros líderes del pueblo”, asentó el fiscal y agregó: “Para los abusos la relación es asimétrica, donde se acentúan las diferencias de fuerza, psicológicas. Encima en este caso hablamos de abusos cometidos por un sacerdote que era líder. Todo esto agravó el pedido de pena. Se trata de un sacerdote, una persona muy preparada que conoce perfectamente qué es el bien y qué es el mal, que ha estudiado mucho y todo ese conocimiento era aplicado, con su doble moral, en detrimento de los menores y manejando la psiquis de madres y padres para que le lleven a sus hijos. Es un estafador moral, usa y sigue utilizando, incluso a quienes hoy lo están siguiendo”.
Por otro lado, el fiscal destacó la rapidez con la que se hizo la causa. Este 28 de agosto se están cumpliendo exactamente 10 meses desde que se presentó la denuncia inicial y comenzaron los trámites en defensoría, en abril se elevó a juicio y antes de septiembre ya se está esperando la fecha del veredicto. “Sinceramente estoy muy conforme a lo que llegamos, con la fortaleza de las víctimas”, concluyó el fiscal.
El sermón del colombiano
En el juicio oral, Escobar Gaviria tuvo oportunidad de pronunciar sus últimas palabras antes del veredicto. Según se pudo reconstruir, hizo una defensa de su condición sacerdotal; planteó que es la primera vez que tiene un problema de este tipo; dijo que el ex arzobispo Mario Maulión le advirtió que no se metiera con el narcotráfico porque iba a terminar
“Intentó manipular al tribunal con su discurso o ejercer influencia a través de sus defensores para salir airoso”, acotó una fuente que estuvo adentro de la audiencia. “Escobar Gaviria dijo que todo es una trama política, cargó contra el fiscal que le hizo la causa para hacerlo caer. Aseguró que Maulión le advirtió que no se meta con el narcotráfico porque iba a terminar muerto y ahora terminó con esta causa. Si hay un complot político ¿por qué no lo denunció él o sus abogados? Incluso pueden abrir un nuevo legajo para denunciarlo”.
Riesgo de fuga
Escobar Gaviria continuará en la cárcel hasta el lunes que se conocerá el veredicto de la causa. La Fiscalía y la querella pidieron que en caso de resultar condenatoria la sentencia, se extienda la prisión preventiva hasta que adquiera firmeza. Ahora hay más peligro de fuga que nunca por el monto de pena pedida, porque tiene los recursos y medios para escapar y porque tiene doble nacionalidad. (Análisis)