El Comité Científico de la Comisión Administradora del Río Uruguay (Caru) dio a conocer un informe actualizado sobre el monitoreo del río Uruguay y la desembocadura del río Gualeguaychú, con «datos preocupantes».
Desde la Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú se cuestionó el rigor científico de la información difundida y también se denunció la manipulación de los datos. Desde el gobierno local se dijo que hay datos «tergiversados» y que la información difundida muestra «que el gobierno nacional no pretende llevar adelante una política de Estado en materia ambiental, sino justificar el funcionamiento de las productoras de celulosa».
El monitoreo a la planta Orion (UPM-ex Botnia) es un mandato de la Corte Internacional de Justicia con asiento en La Haya; mientras que el monitoreo en el río Gualeguaychú, es un mandato del acuerdo que firmaron en su momento los ex presidentes de la República Oriental del Uruguay, José «Pepe» Mujica, y de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner.
El miércoles 16 de agosto fueron publicados en la página web de la Caru (www.caru.org.uy // www.caru.org.ar) los resultados correspondientes a las actividades de dichos monitoreos por parte del Comité Científico.
Estos valores corresponden al período comprendido entre mayo de 2015 y diciembre de 2016 inclusive para el río Uruguay en la zona de influencia de la Planta Orión (UPM-ex Botnia) y del río Gualeguaychú en su desembocadura en el río Uruguay; de 12 campañas durante 2016 en la Planta Orión (UPM-ex Botnia) y en el río Gualeguaychú en su desembocadura en el río Uruguay; y por último los informes mensuales en la Planta Orión (UPM-Ex Botnia) y en el río Gualeguaychú en su desembocadura en el río Uruguay para enero de 2017.
En el informe de 2016 -lo mismo que en enero de 2017- no aparecen curiosamente incumplimientos a las normas en la pastera, pero tampoco se aclara, por ejemplo, que para el caso del fósforo, la normativa aumentó sus permisos de modo de no afectar a la pastera. Un engaño burdo, infantil y que ofende cualquier inteligencia, indicó el diario El Argentino.
El Comité Científico de Caru advierte con respecto al río Gualeguaychú en su desembocadura con el río Uruguay que «se han detectado incumplimientos en cuanto a las concentraciones determinadas para los siguientes parámetros:
1) Aluminio, Hierro, Amonio y Berilio (en la totalidad o en la casi totalidad de los monitoreos realizados). Con respecto al Berilio, causó extrañeza porque se trata de un elemento químico de número atómico 4, masa atómica 9,01 y símbolo Be; es un metal de color gris, muy ligero, que se obtiene del berilo y se usa en la fabricación de aviones y tubos de rayos X, en los reactores nucleares y en computadoras, láser y televisión y no hay en Gualeguaychú ni en la región industria que lo emplee.
2) Atrazina (en un par de ocasiones por encima del límite establecido).
3) Manganeso, Níquel, Cromo Total y Organoclorados (únicamente en una oportunidad excediendo el límite).
4) Hidrocarburos totales y PAH (únicamente en una oportunidad excediendo el límite y en el resto por debajo del límite de admisión).
Desde el equipo técnico de la Asamblea Ciudadana Ambiental, Martín Alazard, criticó estos informes. En ese marco, señaló que «los monitoreos realizados en la boca del Gualeguaychú, que desemboca en el río Uruguay, nadie explica cómo determinan que son efectivamente del Gualeguaychú y no del Uruguay».
«Porque es la desembocadura, teniendo en cuenta el reflujo y la ensenada del Ñandubaysal que se comporta como lago, tal como se demostró científicamente en la Corte de La Haya», agregó.
También criticó que se quiera confundir a la población hablando de incumplimiento al fallo de La Haya, cuando en rigor el monitoreo del río Gualeguaychú se incluyó en el acta acuerdo entre Mujica y Cristina Fernández y que era ajeno al fallo de la Corte Internacional, que en cambio habla directamente de Botnia y su zona de influencia. «Nunca estuvo en juego el río Gualeguaychú y se impuso por el acuerdo entre Mujica y Cristina», recordó Alazard.
Con respecto a los parámetros de fósforo, también criticó «que siempre estuvo por encima de todos los parámetros, pero resulta que ahora toman el parámetro de Uruguay dejando de lado el Digesto, aumentando de esa forma el valor de tolerancia para que el vertido de Botnia sea consideren como normal cuando no lo es».
Con la misma crítica también modificaron la temperatura de vertido del agua «y todo con el silencio cómplice del gobierno argentino», señaló el asambleísta.
Por eso Alazard adelantó que la Asamblea Ciudadana ha pedido explicaciones a la delegación argentina ante la Caru, porque son muchos los interrogantes que no tienen respuesta lógica.
«¿Desconoce la Caru que los efluentes que vierte Botnia equivalen a 23 Parques Industriales como el que existe en Gualeguaychú?», recriminó Alazard para profundizar la crítica de un informe hecho a la medida de Botnia y con la complicidad de las autoridades argentinas.
Por su parte, el secretario de Desarrollo Social y Salud, Martín Roberto Piaggio, coincidió con la lectura de la Asamblea Ciudadana. Y criticó a la Caru porque además de tergiversar los parámetros, no habla de las causas de los problemas de las industrias ni tampoco del modelo agrícola tóxico extractivista, como tampoco de las ciudades sin tratamiento de efluentes cloacales. Del mismo modo, criticó a la provincia por la falta de políticas de cuencas.
«Estos resultados dados a conocer por la Caru demuestran una vez más que el gobierno nacional no pretende llevar adelante una política de Estado en materia ambiental, sino que busca justificar y avalar el funcionamiento de las plantas productoras de celulosa como UPM sobre el río Uruguay», Piaggio.
En ese marco, recordó «que en una nota entregada por el intendente a la ex canciller Susana Malcorra, solicitamos que se lleve adelante un monitoreo integral a la planta de UPM y que se haga de manera estricta, así como desde el gobierno municipal, también esperamos y exigimos el total acatamiento del fallo de la Corte de La Haya, solicitando a la Cancillería garantizar su cumplimiento».
«Desde nuestra competencia y nuestro rol de funcionarios comprometidos con esta problemática, nos situamos en la búsqueda incesante de frenar cualquier avance de contaminación ambiental y todo aquello que implique un peligro o amenaza para nuestra comunidad y sus alrededores», remarcó Piaggio. (El Once)