Un complejo de cabañas ubicado cerca del acceso a Colón fue embargado en el marco de la causa en la que se investiga la ruta de la efedrina y el triple crimen de General Rodríguez, del cual esta semana se cumplen nueve años. Se trata de un emprendimiento turístico denominado Solar de los Reyes, localizado sobre la ruta 135, sobre el cual recayó la medida dispuesta por la jueza federal María Romilda Servini de Curbía. Allí fue detenido en junio Maximiliano Romero, vinculado a Ibar Pérez Corradi, presunto autor ideológico de los asesinatos de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopodo Bina. Por ser partícipes necesarios de las muertes están condenados a prisión perpetua Víctor Schilacci y los hermanos Martín Y Cristian Lanatta, que en diciembre de 2015 mantuvieron en vilo al país tras fugarse del penal de máxima seguridad de General Alvear, en la provincia de Buenos Aires. Romero, conocido como “el Patrón de la efedrina” o “el Fantasma”, está acusado de traficar 15 toneladas de estupefacientes junto a una célula narco del cártel del Golfo de México que operaba en Argentina.
El complejo Solar de los Reyes está ubicado en la ruta 135, un camino de menos de 15 kilómetros por la cual se accede a la localidad de Colón desde la ruta 14. En su página web, el emprendimiento es presentado como “una empresa familiar” que comenzó a forjarse en 2008 “inspirada en la naturaleza” de la zona. “A partir de entonces, sumando nuestra admiración por el medio natural y la necesidad de hacer algo por preservarla y respetarla, adquirimos un predio distante aproximadamente a 5 minutos del pueblo”, se expone en la presentación.
El viernes 2 de junio se ejecutaron, por orden de la jueza federal María Romilda Servini de Cubría, unos 20 allanamientos en forma simultánea en distintos puntos del país, en el marco de la investigación por la denominada “mafia de los medicamentos”. En esa jornada se requisó el complejo turístico de Colón y allí fue capturado Romero. Ahora, según publicó este viernes Infobae, se dispuso el embargo de una serie de bienes, entre los que “hay autos importados, camionetas y hasta el complejo de cabañas en Colón (Entre Ríos), denominado Solar de los Reyes”.
Esta semana se cumplen nueve años del triple crimen de General Rodríguez y los familiares de las víctimas todavía siguen reclamando respuestas. «Para resolver el caso hay que avanzar a fondo sobre el tráfico de efedrina», advierten los investigadores. Ese negocio millonario se transformó en un rompecabezas con más de 30 causas abiertas. Y faltan recursos para sistematizarlas. Las investigaciones siguen tropezando con los poderosos en juego. Pero todavía se abren puertas. Hay tres líneas de investigación nuevas en la Justicia Federal sobre el negocio de la efedrina. Todos los caminos desembocan en el triple crimen.
La primera línea se abrió a partir de un arrepentido, detenido por otra causa judicial. Esa persona dio nombres y detalles desconocidos de los implicados en el negocio de la efedrina. Las pistas, corroboradas por otros dos arrepentidos, terminaron con la detención de Romero en el complejo de cabañas en Colón. Romero compró más de 10 mil kilos de efedrina, casi un 20 por ciento del total importado entre 2004 y 2008. «Fue un nexo clave entre los importadores y los mexicanos», explicó un investigador a la web de noticias porteña.
La Justicia ya tiene pruebas concretas de su relación comercial con Pérez Corradi, presunto autor ideológico del triple crimen, y lo más llamativo es que Romero nunca había sido investigado. En fuentes policiales, lo apodan «el Fantasma», porque manejó una fortuna durante casi 10 años sin levantar sospechas.
Junto a Romero cayeron otras tres personas, también argentinos. Todos siguen detenidos y fueron procesados. Dos integrantes de la banda se encargaban del negocio, y otros dos del lavado del dinero. En ese punto, Servini de Curbía dispuso los embargos que alcanzaron al complejo de Colón.
Romero tenía una cuenta bancaria en Paraguay con 500 mil dólares y se sospecha que parte de ese dinero terminó en la construcción de dos torres, sobre la avenida Acoyte. Los investigadores pusieron la lupa en la constructora que se encargó de ese emprendimiento.
En el juzgado de Servini se apilan cajas con documentación secuestrada en los operativos que terminaron con la banda de Romero. El material está en el edificio de la Armada, donde un equipo a cargo del secretario Franco Garozzo trabaja hace un año y medio para investigar el triple crimen y el negocio de la efedrina.
Además de los emprendimientos inmobiliarios del «DJ Romero», Servini investiga las salidas y entradas del país de toda la banda. Solo Romero totaliza 84 movimientos migratorios (son 42 viajes al exterior). Las fechas y los destinos se cruzan en una base de datos con otros implicados.
Esta nueva línea de investigación forma parte de la causa donde ya están procesados dos de los hermanos Zacarías, cercanos a la familia Kirchner, y tres ex funcionarios de la Sedronar durante el kirchnerismo. El expediente está cada vez más cerca del juicio oral.
En la causa del triple crimen también se abrieron dos nuevas líneas de investigación. Los detalles se mantienen en reserva. «Hay muchos actores poderosos intentando desviar las causas de la efedrina», explicó uno de los investigadores.
Los hermanos Lanatta continúan presos en la cárcel de Ezeiza. No aportaron nada nuevo. Tampoco lo hizo Pérez Corradi. Cada vez que visita el juzgado de Servini es para quejarse de sus condiciones de detención. Hace tres meses está en la cárcel de Marcos Paz, pero también reclamaba cuando pasaba sus días en el edificio Centinela de Gendarmería.
La última vez que visitó Tribunales fue este martes. «No sabemos para qué viene porque no dice nada», se quejan en el juzgado. El empresario está en huelga de hambre y se lo ve muy deteriorado. Pese a eso, sigue callando. (Análisis Digital / Infobae)