Contó que el primer abuso lo sufrió en 1977, y que reconoció “en fotos a grupos enteros de chicos, de diferentes colegios, desnudos y en estado de excitación”. Criticó además a las instituciones de la ciudad y afirmó que “hay más de 500 fotos de chicos desnudos”.
Martín Daneri, una de las víctimas de los abusos de los que se acusa al abogado Gustavo Rivas, reveló a Elonce TV nuevos detalles de las situaciones que padeció él y de lo que ha observado sobre el caso. “Fui víctima y testigo”, manifestó el reconocido jugador de ajedrez y abogado, quien admitió que “a las víctimas les cuesta mucho aparecer”.
Ratificó que su experiencia es desde la segunda mitad de 1977, cuando él era presidente del club Neptunia, y la primera de 1978. “Yo tenía 15 años. Éramos un grupo que iba a dicha institución. Él se iba acercando”.
Acotó que Rivas “era una persona muy multifacética en sus actividades culturales y deportivas. Estaba metido en todo. Empatizaba con nosotros, como lo hacía con los demás grupos. Después nos invitaba a distintas cosas y luego a venir al centro de Gualeguaychú”.
En su caso, luego les dijo que les mostraría “algo que nos iba a interesar. Ahí nos llevó a un bulín que tenía acondicionado para encuentros privados, con una luz roja y espejos al lado de la cama. Nos pasaba películas pornográficas con la tecnología de esa época y luego nos iba incitando. Nos hacía bajar los pantalones y él se desnudaba completamente, se tiraba sobre la cama, quizás con el interés de que alguien pueda hacer algo. Nos medía con un centímetro las partes íntimas, luego nos filmaba mientras nos masturbábamos grupalmente. Éramos siete u ocho amigos”.
“Más allá de tomarnos medidas, no había toques directos. Alrededor de un mes después fuimos a su casa donde vivía con su madre en el centro de las ciudad y nos proyectó. Yo me vi en la filmación y luego repitió el rito de pasarnos películas pornográficas”, expresó.
“Él aprovechaba para divisar las preferencias de casa uno, buscar la vulnerabilidad de cada uno. No sé cuál era el criterio de elección. A algunos les prestaba el auto o los llevaba con una prostituta”, amplió Daneri.
Seis con una prostituta
En otra parte del relato, Daneri recordó que cuando Rivas era presidente del club Neptunia ayudaron a pintar un salón. “Ahí se hizo luego un baile. La recaudación esa él decía que era para un viaje de placer, entre comillas. Uno lo figuraba como ir a Bariloche, pero en realidad consistía en que él nos financiaba el debut sexual en un prostíbulo. En el auto de mi familia, que me lo prestaban, fuimos seis al prostíbulo conocido como La Paraguaya. Él había arreglado todo. Individualmente pasamos los seis con la misma prostituta. Casi todos nos iniciamos sexualmente allí. Esto también supone una vejación plus”.
Darse cuenta de la vejación
“Cuando uno va madurando se da cuenta de que eso fue un abuso. Yo soy abogado y cuando uno empieza a estudiar empieza a tomar más conciencia de la maniobra de vejación, humillación y exposición a la que uno era sometido, además de la intimidación velada, porque uno sabe que está ahí y puede aparecer ante la sociedad, con gente conocida”, manifestó Daneri. Y añadió: “Uno se acuerda del momento vivido, pero uno lo racionaliza a medida que va madurando y teniendo más conocimiento”.
Reconoció que “primero lo tomás como una travesura. Una persona así juega con la curiosidad y las necesidades de la otra persona. Lo que a uno le choca era cuando se desnudaba o nos empezaba a medir y nos filmaba. Ahí uno veía que la cosa se iba agravando. Entre los amigos lo charlábamos y después uno empieza a sentir el efecto psicológico de esto. Al ser filmado, uno está expuesto a cualquier cosa”.
No obstante, aclaró: “En nuestro grupo no pasó a más allá, pero yo conozco de grupos completos que terminaron todos acostándose con él. Les corresponderá a las víctimas ir a declarar”.
La dificultad para hacer público lo ocurrido
Explicó que nunca hizo la denuncia por “el temor y la vergüenza social. Incluso hoy existe reticencia a reconocerse como víctima. Me costó mucho dar la cara, no tanto por mí, sino por la familia que vive esto con mucho dolor por la exposición pública y lo que me puede pasar a mí. Hay que imaginarse lo que hubiera sido 30 años atrás que apareciera un lobo solitario denunciando”.
Nombres y denunciante
“No sólo hay cuatro denunciantes”, remarcó Daneri, quien reveló que “ante la Fiscalía de Paraná di todos los nombres, que no los puedo dar ante los medios por una cuestión de protección y de no saber qué van a declarar”.
Asimismo, puso de relieve que si a Rivas “lo están llamando a indagatoria para el lunes es porque hay suficientes pruebas para imputarle la comisión de un delito”.
“Hipocresía”
El hombre cargó contra la “hipocresía social y ciudadana” y la decisión de mucha gente de “mirar para el costado”. Y en ese sentido reclamó una postura del Colegio de Abogados.
“Yo no fui cómplice, fui víctima. Hay más de 500 fotos de chicos desnudos”, reveló Daneri. Y resaltó: “Con que no haya futuras víctimas, duermo muy tranquilo”.
Y en ese marco, se explayó: “Reconocí en fotos a grupos enteros de chicos de diferentes colegios desnudos y en estado de excitación. Ninguna institución fue ajena a esto”. (Canal 9)