El Poder Ejecutivo dispuso la instrucción de un sumario administrativo a un grupo de empleados del Hospital Delicia Concepción Masvernat, de Concordia, en procura de esclarecer el escándalo que ocurrió el miércoles 27 de agosto último cuando una mamá, Yamila Acevedo, oriunda de San José de Feliciano, denunció que cuando quiso velar a su beba muerta de 15 días se encontró con la mala nueva de que le habían entregado un cuerpo que no correspondía.
La investigación interna de Salud alcanza a los agentes Marcelo Fabián Casal, Cirilo Carlos Peisojovich, María Evangelina Alarcón, Griselda Beatriz Benitti y César Omar Bordón por hallarse su conducta “presuntamente incursa en las causales de cesantía”.
La novedad está contenida en el decreto N.º 2.389, del 3 del actual, que resume que “los hechos investigados en sede administrativa se circunscriben a cuatro situaciones acontecidas en el Servicio de Morgue del Hospital Masvernat, tres de ellas presumiblemente acaecidas en fecha 27 de agosto, consistentes en: a) el cambio de ubicación -de forma intencionada- del cuerpo de la menor G.V.; b) su ocultamiento; c) entrega de un feto al servicio fúnebre, por un lado, y por otro. d) la posterior manipulación de la caja en que fue hallado finalmente su cuerpo en fecha 28 de agosto del corriente”; y que “todas estas acciones, absolutamente repudiables, que de ninguna manera pueden ser justificadas, salvo en la perversidad y el absoluto desdén por el sufrimiento de una familia en el momento más doloroso de sus vidas, como es la pérdida de un hijo, merecen una debida investigación y deslinde de responsabilidades en sede administrativa”.
El decreto menciona como “actos de profanación y ocultamiento desplegado por uno o más de los agentes involucrados, vulneran una multiplicidad de derechos humanos y personalísimos, no solo de la familia en duelo sino de la bebé fallecida, principalmente, los derechos al nombre y a la identidad. Agrega que “de la inspección ocular realizada por funcionarios del Ministerio de Salud y del Hospital Masvernat, de Concordia, surge que la habitación -sector de morgue- cuenta con dos heladeras/nicho – uno de ellos en funcionamiento – y un freezer para muestras preservadas, ubicado a escasos metros de las heladeras/nicho, que además el sector no cuenta en su interior con cámaras de seguridad pero que los dos accesos al sector, a saber: la puerta que comunica al pasillo del nosocomio y la puerta lateral que tiene salida al exterior, por donde se realiza la entrega de los cuerpos a los servicios fúnebres conforme protocolo, sí se encuentran monitoreados por cámaras de seguridad, las que se encuentran debidamente resguardadas”.
Y que “más allá de ciertas inconsistencias que surgen entre los descargos de las agentes Benitti y Alarcón, no puede soslayarse que -prima facie- los restantes agentes del sector -Bordón, Casal y Peisojovich- se encontraban en la escena de los hechos –uno o ambos días-, pudiendo haber sido partícipes o cómplices del accionar del o los agentes que llevaron adelante tan despreciables y repudiables actos en relación al cuerpo de una niña recién nacida”.
La investigación interna ordenada por Salud señala que “como consecuencia del relevamiento y pesquisa realizada se pudieron establecer los extremos fácticos de lo acontecido y que a las 5,10 del día 27 de agosto de 2025 se dejó asentado en el registro de defunciones del Servicio de
Neonatología del nosocomio el óbito de la niña G.V. de 13 días de vida, como consecuencia de un paro cardiorrespiratorio, quedando asentado en el registro la recepción de la agente Griselda Benitti -conforme surge de copia de cuaderno de registro de defunciones (…)- y conforme lo refleja el libro de enfermería (…) y que el Protocolo de Manejo Seguro de Cadáveres del Hospital Masvernat fue cumplido y respetado por el personal de enfermería del Servicio de Neonatología, según las pautas establecidas en el mismo.
Pero también surge que el personal de la morgue es “responsable de llevar registro de
ingresos y egresos en libro foliado para tal fin”; y que de acuerdo a lo aclarado por las autoridades del nosocomio, a los fines de la identificación del cuerpo se realiza ficha de defunción en 3 juegos: una que es ubicada entre la ropa y el cuerpo; otra que es pegada con cinta adhesiva en la parte externa de la caja en que se coloca el cuerpo, donde se lee en la explicación manuscrita “ficha de defunción que fue arriba del cuerpo, luego envuelto en sábanas y por encima otra ficha más”; y una tercera que se presenta al Servicio de Morgue.
El cuerpo de la bebé fue recibido en la Morgue por la agente Benitti, “lo que es reconocido por la misma agente en su descargo” de fecha 28 de agosto cuando afirma en nota dirigida al Sr. Coordinador de Seguridad que el día 27, a las 6,30, “he recibido el cuerpito”, el cual “fue colocado en freezer por tener toda las heladeras/nicho Nº 2 ocupadas”. Y agrega que “en el trajín de trabajo me he olvidado de asentar en el libro de acta dicha acción pero está asentado libro de registro de óbitos, la cual me responsabilizo”.
En el descargo de María Evangelina Alarcón se desprende que “siendo las horas 14,10, fue retirado dicho cuerpo por la mutual”. Que el cuerpo de la bebé se encontraba en la heladera/nicho Nº 2, envuelta en un camisolín celeste, y “con el debido rótulo que queda en nuestro poder”, y así trasladado hasta la ciudad de San José de Feliciano. Allí se desencadenó todo: ”en ocasión de ser abierto el cajón para su velorio, la madre advirtió que no se correspondía con el cuerpo de su hija” por lo que se radicó la denuncia que desencadenó la investigación posterior, tanto en sede administrativa como en la Justicia.
Salud puso al frente de la investitgación en Concordia al director General de Hospitales, Mauro González, y a la directora de Asuntos Jurídicos, Romina Sirota.
Tal Cual