Gustavo Cusinatto, titular de la Unidad Ejecutora Provincial, organismo encargado de llevar a cabo las obras del aeropuerto, detalló el estado actual de los trabajos y adelantó cuándo estaría listo para su puesta en marcha.
En diálogo con el titular de la Unidad Ejecutora Provincial (UEP), Gustavo Cusinatto, destacó que “ya prácticamente está terminada la obra” del Aeropuerto, ya que “está casi al 98% listo”, pero “tuvimos un problema en el sentido de que se necesitaba un cable especial para repotenciar allí la energía eléctrica y no se podía conseguir, hasta que la Comisión Técnica Mixta nos lo donó, con lo cual se pudo avanzar de inmediato en la potenciación”.
De esta manera, adelantó que “la obra va a estar terminada a fines de enero y principio de febrero” en lo que respecta a “la parte edilicia”. Pero luego “hay que hacer la prueba de todos los equipamientos y eso puede demorar un mes más» la habilitación total.
El más lindo
Cusinatto aclaró que la obra del aeropuerto se enmarca en “un programa del BID que abarca otras iniciativas», con el mismo objetivo de «repotenciar la región de Salto Grande”, donde se incluyen también «un estudio sobre la posibilidad de poner un puerto de barcazas en Benito Legerén”, así como también “estamos estudiando los circuitos turísticos de la marca Salto Grande”.
Aunque reconoció que, el protagonismo mayor, se lo lleva la transformación del Comodoro Pierrestegui. Estimando que, una vez habilitado, «va a ser el aeropuerto más lindo que va a tener el país».
Con respecto a la fecha para su inauguración, “solo faltaría la puesta en marcha para probar la parte eléctrica, cortar la luz para ver si se encienden los generadores y probar la planta de combustible nueva que se instaló allá, entre otras cosas, para que no haya ningún tipo de inconveniente cuando esté funcionando”, para luego “entregar a la Municipalidad de Concordia el predio, que tiene un ente (administrador)», aunque también «se está revisando la posibilidad de que ingrese algún director de la provincia”, aal menos hasta el primer tiempo de funcionamiento, hasta que se logre un flujo de aviones y tasas «que equilibren los números del aeropuerto». (DRU)