Un niño entrerriano, desde hace tres años, está a la espera un trasplante renal que pueda mejorar su calidad de vida. Se trata de Máximo Schreiner, de diez años y oriundo de la localidad de General Ramírez, se pudo saber.
Desde el hospital Gutiérrez de Buenos Aires, donde debió ser derivado debido a una insuficiencia cardíaca, su mamá explicó cuál es la situación que atraviesan en la actualidad debido a la salud de Máximo.
“Si bien la legislación de trasplante renal no lo toma como emergencia nacional, en este momento, Maxi no está pudiendo recibir los tratamientos sustitivos de manera adecuada ya que hace tres años que está con diálisis peritoneal”, fundamentó y remarcó que “su peritoneo está agotado y por su condición cardiaca no puede ser hemodializado”.
En la oportunidad, la mamá agradeció los mensajes de apoyo, la difusión y las oraciones por la salud de Máximo. Y aclaró: “Por las características de su patología, Maxi no puede recibir el trasplante de un donante vivo, tiene que ser un donante cadavérico”.
“Necesitamos que cuando el salga de este cuadro agudo, pueda recibir su trasplante renal cuanto antes”, imploró la madre del niño que espera por un trasplante renal para mejorar su calidad de vida. (Elonce)