Una de las integrantes de ese grupo es la especialista en infectología Yasmin El Kozah, quien estuvo en la primera línea contra la pandemia durante estos meses en el hospital de San Isidro, en una clínica privada y en un centro especializado en VIH, y que ahora también colabora con Kamarr y la comisión del Carnaval para la confección de protocolos.
En diálogo con ElDía, aseguró que el objetivo principal “es hacer lo más prolijo posible para que todos puedan disfrutar el carnaval y que no se generen riesgos”, a la vez que aclaró que todo dependerá “de la situación sanitaria que tengamos en enero y febrero, y de las normas que rijan en ese momento”.
El Kozah, hija del actual presidente de la Comisión, planteó como requisito fundamental para que haya carnaval “la colaboración de la gente”, ya que “podemos armar protocolos preciosos, pero si no se cumplen no sirven de nada”.
Más ingresos y vacunación obligatoria
En este sentido, se trabaja en dos aspectos fundamentales: cómo ingresa, se ubica y se desplaza el público por un lado, y cómo será la previa al desfile en el circuito de los integrantes por otro.
En lo que respecta a las normas para el público del espectáculo, los organizadores del carnaval ya se encuentran orientados acerca de cómo será el ingreso al Corsódromo, que según el último DNU publicado por Nación podrá contar con un aforo del 50%, aunque hay expectativas de que se pueda a extender al menos hasta un 70% de aquí al verano.
En primer lugar, todos los mayores de 18 años deberán estar vacunados contra el Covid-19; y se espera que para esa fecha también los menores tengan que estarlo. La intención primaria en este aspecto, es poder nominalizar las entradas y que quien las compre certifique en ese momento que cuenta con el esquema completo de vacunación, para evitar controles exhaustivos que generen demoras y aglomeramientos en los ingresos al espectáculo.
Distanciamiento
Con el mismo objetivo, los puntos de acceso pasarían de los 3 habituales a ser 6. Según averiguó ElDía, se duplicarían de 2 a 4 los ingresos por el sector norte (zona de Rocamora y Maestra Picini) y de 1 a 2 en el sur, por donde entrarían los micros y combis que vengan con excursiones.
“La idea es que el ingreso sea lo más distanciado posible, por eso pensamos dividirlos para que no se amontonen en el de Rocamora y Maestra Picini como ocurre tradicionalmente”, añadió El Kozah.
Por otra parte, donde aún hay más dudas es en la disposición del público en las tribunas y detrás de ellas, en la zona de cantinas (a partir del año que viene, de foodtrucks).
“Pensamos en armar pequeños corralitos para que cada grupo mantenga sus burbujas”, comentó la especialista en infectología. Sin embargo, todavía hay muchas dudas en cómo se delimitarán esos espacios en las tribunas, vips y sillas, y si será factible su control.
Con respecto a la circulación de la gente, marcó que la intención es realizar marcaciones en algunos sectores detrás de las tribunas para que sea unidireccional y que no se entrecrucen tanto las personas.
Previa sin alcohol y burbujas por escuadra
Quienes más sufran los recaudos por la pandemia sin duda serán los que conforman cada una de las comparsas.
Según adelantó Yasmin El Kozah a ElDía, se está trabajando “para que los grupos que puedan cambiarse en sus lugares lo hagan, por ejemplo la batucada y la banda”.
Además, precisó que “cada escuadra conformará una burbuja dentro de las comparsas, con lugares distintos para cambiarse. Aquellas que tienen escuelas lo van a hacer en distintas aulas y quienes están en los galpones van a conformar boxes”, detalló.
En este punto, marcó que “toda la gente que esté trabajando en los galpones y los integrantes tienen que estar vacunados. La idea es que adentro de los clubes todo el mundo esté con el barbijo puesto todo el tiempo y que se turnen para comer, no porque ahora haya pocos casos se puede trabajar sin cuidados y tomando mate”, advirtió, y añadió que “tenemos que tener sentido común y ser criteriosos, porque si se contagia uno y no se cumplen los protocolos hay que aislar a mucha gente”.
De esta manera, el propósito será “evitar todos los encuentros habituales en la previa de los clubes o los galpones, y también de la previa del circuito. La idea es que allí no haya una barra, porque eso imposibilitaría mantener las burbujas”, comentó la profesional. Es decir, que en el momento previo a salir a la pasarela por primera vez no habría venta de alcohol.
Esperan determinación
Otra norma más para los integrantes será presentar una declaración jurada para ingresar al circuito.
Finalmente, en el post desfile, cada uno tendrá su vianda para que no se queden comiendo todos juntos en los galpones.
“Son todas cosas que se están charlando, y después la determinación final la tiene la comisión”, concluyó El Kozah, que sentenció que ”si las cosas se hacen prolijas no hay mucho margen, pero dependes del comportamiento de la gente, todo dependerá de la normativa de ese momento, si nos dicen que nos olvidemos de la pandemia y se abre todo al 100% todo lo que estamos hablando no tiene sentido, o si por el contrario, hay un rebrote por la variante Delta tampoco va a tener sentido porque no se va a poder hacer nada, estos protocolos están pensados con este contexto sanitario actual”, cerró.