En Villa Itapé la tendencia ascendente de las aguas hace temer a los vecinos por un desborde y una eventual salida de los hogares.
El río Uruguay eleva su caudal a un ritmo importante y ya anegó el camino que conduce hacia el puente a Talita. La incertidumbre también aqueja a los vecinos de Villa Itapé, uno de los barrios perjudicados en cada creciente.
El río Uruguay continúa avanzando sobre la costa y los sectores más bajos de nuestra ciudad. Además de los balnearios, uno de los sectores perjudicados es el del camino que conduce hacia el puente de Talita, al estar ya bajo el agua.
Eso obliga tanto a los vecinos de esa población como a los uruguayenses, que desean trasladarse hacia allí, a tomar una vía alternativa para llegar a destino.
De este lado, el corte se encuentra a pocos metros de la capilla Nuestra Señora de Itatí, en el comedor Cristo de los Olivos.
Otra de las áreas en jaque es la de Villa Itapé, uno de los barrios que más sufre cada vez que se registra una creciente. Las familias, que residen a ambos lados de la canaleta, reflejaron su preocupación por el rápido aumento del caudal, de un día para el otro, y porque ya tienen el agua en el frente de su casa.
“Nosotros somos los primeros que nos inundamos”, dijeron dos jóvenes para acotar que debieron correr los muebles ante una eventual evacuación. Los moradores de esa vivienda dijeron que aún contaban con el servicio de agua y luz, pero no se olvidaron de sus vecinos, algunos de los cuales, a modo preventivo, ya dejaron el barrio, para ponerse a resguardo.
“Es la primera vez que vivo acá y sé que, cuando el río creció, se elevó a una importante altura: las marcas así lo dan cuenta. Además, entró a la casa y quemó una heladera”, indicó una mujer en compañía de sus hijos.
“Tengo nenes que sufren de asma”, expresó para añadir que, ante la incertidumbre, piensa con su esposo en la posibilidad de dejar el vecindario.
“Necesitamos que vengan a darnos apoyo y brindarnos información respecto a posibles refugios, afirmaron otros frentistas. (La calle)