En el marco de la polémica por lo ocurrido en un boliche donde jóvenes se sacan prendas sobre la barra compitiendo por ganar un espumante, una especialista dijo a Elonce «Ellas son menores y hay una responsabilidad adulta»
Se conoció el video que muestra a tres chicas compitiendo por un vino espumante. En las imágenes, las adolescentes que se disputan el premio, alentadas por el animador del boliche, hasta exhibieron sus cuerpos a los presentes en el lugar.
El episodio registrado este fin de semana en un boliche de la zona del puerto de Paraná fue replicado con fotos y un video por parte de los concurrentes, quienes se ocuparon de divulgarlo en las redes sociales. Las imágenes rápidamente se viralizaron y tomaron estado público.
La licenciada en Psicología y Subsecretaria Municipal de la Mujer, Graciela Mántaras, pidió observar la situación «desde una óptica más amplia» y pensar que las menores en este caso, están en una situación de alta vulnerabilidad». Acotó que son vulnerables «para ser engañadas, influenciadas, para que ellas lleguen a creer que esto lo hacen desde su propia decisión personal, y entendiéndose como adultas cuando no lo son».
Asimismo dijo que al hablar de «la masculinidad hegemonizada, convencional, de patriarcado; estamos hablando de este derecho que se atribuyen algunos hombres a hacer uso de la mujer de cualquier manera, en este caso como un objeto, en un principio para mirar, pero luego no conocemos la trascendencia de esto más allá del mirar».
Destacó asimismo que en esa situación particular «hay adultos responsables de generar un episodio de un uso de las mujeres, en este caso, adolescentes, con un fin que nada tiene que ver con el elogio, ni con el respeto y la valoración de la mujer».
«Tenemos que poner relevancia que en este caso se trata de adolescentes y por más que ellas digan `lo hacemos porque queremos`? no importa lo que digan, son menores. Hay una responsabilidad adulta en todo esto y aunque la adolescente diga que sí, debería haber un no», dijo también la especialista.
En el mismo sentido, aseveró que las menores «no tienen dimensión real del riesgo al que se exponen, aun cuando puedan alardear, y esto es una especulación, con que ellas estaban totalmente decididas, que así lo querían, que era un contexto seguro y que el dueño del boliche era un amigo». (El Once)