El combo de mayor presión en el tipo de cambio y un costo del dinero más elevado se traducen en efectos no deseados para la economía argentina: que la inflación tendrá dificultades en descender y que la actividad se resentirá.
La suba de tasas en Estados Unidos está provocando un fortalecimiento del dólar en el mundo que, en el caso local, significaría mayor presión a la inflación. El Banco Central lo sabe y, por este motivo intervino en el mercado de cambios nuevamente ayer (tras los casi u$s 1500 millones del miércoles) con u$s 853 millones. Aún así, el dólar se escapó ayer hasta los $ 20,80. A esto se suma la sequía, con una cosecha de soja menor a la del año pasado, lo que afecta el ingreso de divisas.
En paralelo, la tasa de la Lebac a más corto plazo cerró ayer por arriba del 28% en el mercado secundario. La autoridad monetaria intervino e impulsó, por primera vez en el año, este incremento. El combo de mayor presión en el tipo de cambio y un costo del dinero más elevado se traducen en efectos no deseados para la economía argentina: que la inflación tendrá dificultades en descender en los próximos meses y que la actividad se resentirá.
En el Gobierno son conscientes de estos impactos. «El tipo de cambio ayuda en las cuentas fiscales, pero también hay un efecto tasa en la actividad», reconoció una fuente oficial. Sin embargo aseguró que aún el PBI está en un nivel bueno y que «la economía está creciendo arriba de 4%». Sobre los cambios a nivel internacional, sostuvo que se sabía que iba a empezar a ocurrir «la normalización de la política monetaria de Estados Unidos». Aún así, mantienen por ahora la perspectiva de aumento del PBI en 3% para este año.
Los analistas privados coinciden en que un impacto en el nivel de actividad habrá. «En mi visión, una vez que el mercado cambiario busque su nuevo nivel de equilibrio deberíamos ver al dólar moviéndose unos 25 centavos por mes, que implica poco más del 1% mensual, al menos por un par de meses. Y la tasa es posible que se mantenga en niveles de 28% por varios meses también», escenificó Miguel Zielonka, director asociado en EconViews. Por este motivo, dijo que «en términos del nivel de actividad implicará alguna merma pero nuestra economía no es tan intensiva en crédito todavía, lamentablemente». No obstante, sostuvo que este menor ritmo de crecimiento no será dramático. «Las palancas que mueven la economía últimamente son la inversión, la construcción y el gasto en infraestructura. Todo eso depende más de la tasa en dólares que de la tasa de Lebacs», aseguró.
Con respecto a la inflación, señaló que por ahora es poco lo que subió el dólar, pero que se lo ve muy contenido. «Esperamos 21,5% para el año; pero el dólar no se puede ir mucho porque si no la inflación será mayor que eso. Hasta ahora el BCRA puede incumplir la meta pero al menos puede decir que en términos históricos la desinflación continúa. No obstante, si no baja de 22% esa declaración se le complicaría. Con la suba de tasas y el dólar moviéndose al 1% creemos que termina apenas abajo de 22%», agregó.
En tanto, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, dijo que no le preocupa al Gobierno lo que sucede con el dólar. «Vemos con tranquilidad lo que pasa en el mercado. No me preocupa para nada. Las herramientas que tiene el Banco Central son enormes», dijo en una entrevista con La Nación.
Gabriel Zelpo, de Elypsis, opinó que, por ahora, el movimiento no es tan significativo en el dólar, «el tema es que puede seguir subiendo: es por una condición bastante estructural de una economía norteamericana más fuerte de lo que se creía antes».
Uno de los efectos que identifica de un dólar más elevado es que las compras al exterior con tarjetas «desaceleraron la suba que se venía observando, y esto es un hecho que no se daba hace mucho tiempo». No obstante, reconoce que puede llevar a alejarse un poco más de la meta de inflación. «Si mira el REM (Relevamiento de Expectativas del Mercado que elabora el Banco Central), se puede ver cómo para los analistas el tipo de cambio termina debajo de la inflación».
Sobre el crecimiento, el contexto de suba de tasas no ayuda, compartió. «No es muy significativo el cambio por el impulso del consumo y el comercio», agregó.
Aún así, por ahora no modifican desde Elypsis sus estimaciones para este año, de inflación del 22%; crecimiento de 2,4% y un tipo de cambio de $ 22 a fin de año.
Para Rodrigo Álvarez, de Analytica, «en principio toda suba del dólar tiene un impacto en precio pero el fenómeno es transitorio. Hay una presión fuerte sobre el tipo de cambio y suba de tasa en pesos a la vez. Esto es principalmente por la medida de gravamen de las tenencias de Lebac para extranjero y se va a aflojar cuando se terminen de ir. La suba de tasa de interés por sí misma se va a encargar de eso».
No descartó que el Banco Central continúe interviniendo. «Desde el punto de vista de la solución del problema, lo que faltan son más exportaciones y es ahí donde debería estar el foco de la política económica y donde deberían destinarse los recursos de la política tarifaria», aseguró. (El Cronista)