El informe preliminar del médico legista Walter Aguirre, sobre el cuerpo del bebé de 4 meses que murió ayer por la madrugada en Paraná luego de ser derivado de Gualeguaychú, estableció que “el deceso se produjo por una incapacidad funcional de los distintos órganos y sistemas del organismo”.

El caso conmocionó a la opinión pública por tratarse la víctima de un niño de solo 4 meses de vida. Ingresó sin signos vitales al Hospital Centenario el jueves por la noche y como es de protocolo, inmediatamente tomó intervención la Policía. El niño pudo ser estabilizado tras maniobras de resucitación y luego fue trasladado al Hospital San Roque en Paraná, pero volvió a entrar en crisis y falleció ayer por la madrugada.

Los análisis de orina y sangre que se realizaron en el Hospital Centenario se encontró presencia de cocaína. De inmediato se alertó a la Fiscal, que como primera medida ordenó la restricción de los padres y fue una tía quien acompañó al bebé a la capital provincial. A los padres de 35 y 36 años también se les extrajo sangre y se confirmó que ambos habían consumido la misma sustancia.

La presunción es que el menor ingirió la droga por lactancia materna, pero como es necesario ante cualquier tipo de muerte abrupta, la Fiscal ordenó la realización de la autopsia para despejar todo tipo de dudas y determinar si el fallecimiento está directamente relacionado con la ingesta de la cocaína.

“Una ingesta voluntaria o involuntaria de cualquier tipo de tóxico se determina a través del estudio de laboratorio. Sería imprudente afirmar la causal de muerte con un examen visual de los órganos. Una información prudente debe estar acompañada del dosaje de laboratorio de las muestras”, indicó a ElDía el médico legista encargado de la autopsia.

“No puede determinarse el motivo que originó el deceso del niño. Hay que esperar los resultados de los estudios toxicológicos y anatomopatológicos”, mencionó Aguirre, que envió a laboratorio muestras de sangre, orina, líquido céfalo-raquídeo, contenido gástrico y pool de visceras para la detección de tóxicos. Además de porciones de cerebro, pulmones, hígado, riñón, estómago, intestino (delgado y grueso) y corazón para el análisis microscópico correspondiente, que permitirán establecer cuáles fueron impregnados por la sustancia en cuestión.

En su informe preliminar al que tuvo acceso ElDía, Aguirre indicó que en el examen externo, interno y radiográfico no encontró signos de violencia física recientes ni antiguos. Agregó que en la inspección comprobó una “intensa congestión visible en cerebro, pulmones, hígado y riñones, producto de una insuficiente capacidad funcional”.

“A modo de síntesis, el procedimiento autópsico permite afirmar preliminarmente que el deceso se produjo por una incapacidad funcional de los distintos órganos y sistemas del organismo del niño”, informó el forense a la fiscal Martina Cedrés.

Expresó que para determinar las causas de estas disfunciones orgánicas se requiriere indefectiblemente del complemento toxicológico y anátomo-patológico de las muestras tomadas; a lo que deberá sumarse el análisis de los antecedentes médicos para emitir el diagnóstico médico-legal definitivo. (El Día)

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