Tienen 23, 17 y 14 años. Están bajos de peso y la madre no puede llevarlos a controles. La mayor pesa 26 kilos. Eran cuatro y todos nacieron con parálisis; en el 2012 perdieron a una de sus hermanas que padecía la misma patología congénita.
Sara Rollano es la madre de María Belén, de 23, Maximiliano 17 y Andrés de 14 años. Los tres padecen parálisis total y se domicilian en el barrio Cuello de Estación Yuquerí, en Concordia. Necesitan ayuda. Ellos eran cuatro y todos nacieron con parálisis; en el 2012 perdieron a una de sus hermanas que padecía la misma patología congénita.
Los chicos están postrados y su madre los traslada como puede en sillas de ruedas, por las calles de arena y piedra del lugar.
Lo único que tienen para sobrevivir son las pensiones. «No llegamos a completar el mes con la pensión, lo que más necesitamos es comida y pañales de bebé tamaño XG, son las más grandes para bebé. Hay veces que no tenemos plata para comprarles los pañales, cuando consigo medio bolsón para cada uno me alcanza solo para dos días», cuenta Sara.
Los chicos están bajos de peso y no puede llevarlos a los controles. «Lo que más necesito es la leche Ensure, con esa leche lo podemos equilibrar. María Belén tiene 23 años y está pesando 26 kilos, ellos comen mucho pero el cuerpo no responde».
Consultada si realizan algún tratamiento de rehabilitación, manifestó que no. «La Junta de Gobierno de Estación Yuquerí no hace nada por ellos, para hacer un traslado hacia la ciudad, (Concordia), nos piden cientos de requisitos, siempre buscan la vuelta para no pagar un remis, cuando pedimos pañales solo nos dan tres bolsas y nos piden notas y comunicaciones cuando conocen nuestro caso».
Tampoco puede precisar cuándo fue la última vez que le efectuaron controles médicos a los chicos. La situación de ellos es desesperante y necesitan terminar una habitación, pero lo más urgente son los cables para garantizar la seguridad de la instalación eléctrica y que ellos no corran peligro.
En el barrio Cuello todos los conocen. Solo hay que llegar hasta el asentamiento que formaron los integrantes de una familia de cosecheros y trabajadores forestales que se convirtió en barrio; seguramente la Junta de Gobierno carece de recursos para asistirlos, como están fuera del ejido de Concordia ciudad los organismos oficiales no los visitan, publica diario El Sol.
Fuente: Diario El Sol