Epidemiología – El Hospital Centenario Gualeguaychú junto a la Dirección Provincial de Epidemiología publica una serie de advertencias y recomendaciones ante el surgimiento de dos casos de esta patología también llamada «Fiebre de los loros».
Nadie sospecha que una mascota puede llevar a la muerte: la cotorra o el lorito de la abuela puede poner en jaque su salud. El hombre levantó el ave de la calle y, enseguida pensó que sería un buen gesto regalárselo a la esposa que, cada tarde, tiene los mates listos a su regreso de trabajar. Lo hizo con el amor que significa estar juntos casi medio siglo; pero la vida enseña a cada instante y este hombre ahora sabe qué es la Psitacosis. La guía preventiva fue elaborada por el equipo de Zoonosis y Vectores del Ministerio de Salud de Entre Ríos tras el alerta emitido por el Nodo Epidemiológico Gualeguaychú que detectó la enfermedad en una paciente de 60 y su hijo de 39 años. La Psitacosis es una patología infecciosa aguda y generalizada, producida por una bacteria propia de las secreciones de pájaros infectados, como loros, cotorras, papagayos, canarios, jilgueros y palomas; que la transmiten a los humanos.
Esas aves cuando están enfermas eliminan la bacteria al medio ambiente a través de secreciones oculares o respiratorias; excrementos secos y polvo de sus plumas. Estas secreciones son aspiradas por las personas, que de esta forma se infectan.
En la segunda quincena de enero se registraron dos brotes familiares de Psitacosis en las ciudades de Gualeguaychú y Paraná, ambos tenían como antecedente de riesgo en común haber adquirido un loro en días previos, se indicó desde la provincia en el Boletín Epidemiológico.
«Hablamos de un brote familiar porque se produjeron casos relacionados de madre e hijo. La paciente de 60 años permanece internada en el Sanatorio San Lucas, en recuperación favorable, tras pasar por la Terapia Intensiva y requerir asistencia respiratoria mecánica», reseñó la responsable del Nodo, Elina Villaruel.
Un familiar rescató el ave de la calle y lo trasladó al hogar. El loro estaba infectado y murió, pero contagió a la paciente que ingresó a los pocos días con «un cuadro febril inespecífico agudo a la clínica y allí se solicitan varios análisis al Nodo, a través de la intervención del Infectólogo Ignacio Bourlot, que indagó a la familia hasta detectar el origen de los síntomas», destacó Villaruel.
«La evolución de la mujer es estable, con resolución de la enfermedad respiratoria [Psitacosis] pero con secuelas asociadas a la internación prolongada y en plan de derivación a un centro de rehabilitación», sostuvo el Dr. Bourlot [MP10207].
En tanto, el paciente de 39 años prefirió «consultar en el Hospital porque comenzó con fiebre, mialgias, dolores de cabeza, entre otros síntomas. Fue atendido de inmediato con una serie de análisis y tomas de muestras para Psitacosis y el diagnóstico se confirmó». Afortunadamente, el hombre con un tratamiento de antibióticos obtuvo una muy buena evolución.
Elina Villaruel informó que la llamada «fiebre de los loros es una enfermedad de denuncia obligatoria tanto para médicos, bioquímicos, veterinarios o laboratorios que la detecten en un análisis para que el Nodo Epidemiológico realice la investigación del caso».
También aclaró que «no es una enfermedad rara para nuestra zona, hemos detectados pacientes del Departamento y de la localidad de Villa Paranacito, sobre todo en esta época del año cuando nacen los pichones y aumenta la venta de las aves».
Por esa razón es necesario recalcar las medidas preventivas y acciones a tomar ante la sospecha de la Psitacosis.
Vías de transmisión
Esta infección aguda suele manifestarse en las aves por fiebre, decaimiento, plumas erizadas, diarreas, conjuntivitis, falta de apetito, trastornos respiratorios y convulsiones. Por lo general, derivan en la muerte del animal, sino se lo trata a tiempo con antibióticos específicos que posibilitan su cura y recetados por un veterinario.
Cuando aparecen los síntomas en un ave, comienza a diseminar la enfermedad pudiendo contagiar a otros pájaros o a las personas, siendo la principal vía las condiciones de vida y hábitat de las aves.
Si son predadoras, la vía digestiva es la más frecuente, al ingerir a otras aves contaminadas producto de su caza y en zonas de clima seco se contagian al aspirar el polvillo contaminado de la materia fecal desecada.
La trasmisión al humano es también por el aire, tanto al momento de limpiar sus jaulas o acercarse para alimentar las aves y, es probable aunque no frecuente, que una persona contagie a otra tras incubar la enfermedad entre cuatro a 15 días.
Síntomas y prevención
La Psitacosis puede pasar inadvertida o presentarse como un aparente estado gripal leve con síntomas respiratorios como tos seca a la que se agregan dolores musculares, temperatura elevada y cefaleas. De no ser diagnostica, podría hasta causar la muerte del enfermo.
El diagnóstico y tratamiento cuando se sospecha de esta enfermedad se inicia con una consulta rápida al médico; estudios de laboratorio y la prescripción de antibióticos para la cura.
Dentro de las medidas preventivas, se recomienda:
- Mantener las jaulas limpias con papel humedecido con dos cucharadas de lavandina diluidas en un litro de agua en el piso para evitar el resecamiento de la materia fecal de las aves;
- No hacinar a las aves y separarlas en distintas jaulas que deberán ubicarse en lugares aireados;
- Evitar introducir en las jaulas aves recién capturadas y silvestres, compradas en la calle o a vendedores ambulantes porque carecen de certificado sanitario y asesoramiento veterinario;
- Exigir certificado sanitario firmado por el profesional responsable y pedir un comprobante de la compra, dado que al darse Psitacosis es posible comprobar su procedencia y verificar en el comercio sí existan otras aves afectadas;
- Tampoco liberar las aves enfermas o sospechosas y no se deben levantar aves del suelo que no pueden volar, ya sea por heridas o con dificultades respiratorias, porque pueden estar enfermas y contagiar.
Cumplir con estas determinaciones del equipo de Zoonosis y Vectores del Ministerio de Salud de Entre Ríos emitido en conjunto con el Nodo Epidemiológico del Hospital Centenario nos garantiza estar prevenidos ante la aparición de patologías regionales que pueden derivar en enfermedades graves, de no ser convenientemente tratadas.-