Fernando y NahirLos mensajes que Nahir Galarza intercambió con Fernando Pastorizzo -a quien confesó haber matado de dos balazos en una calle de Gualeguaychú- son claves para determinar si entre ellos había un vínculo y si la relación era violenta.
Todos los ojos están puestos sobre las pericias que arrancaron el lunes de la semana pasada. La investigación estableció que entre Nahir y Fernando se entrecruzaron 104 mil mensajes en un año, hasta el 29 de diciembre.
Fernando tenía un Motorola XT1680. Aunque la semana pasada trascendió que habían logrado desencriptarlo, todavía no pudieron hacerlo. No lograron realizar ninguna extracción a la memoria interna ya que los encargados de las pericias no pudieron saltar el pin de bloqueo.
Consultado por Clarín, el especialista en seguridad informática Cristian Borghello explica que “cuando tenés un teléfono, ya sea iOS o Android, vos podés ponerle un pin de bloqueo y adicionalmente también podés encriptar el teléfono. Eso lo tiene cualquier teléfono, vos tenés que activar la función. Si vos no activas esa función –que probablemente es lo que Nahir haya hecho– a partir de ahí toda la información se puede recuperar. Por eso en este caso, seguramente la información de ella la recuperaron. Pero puede haber sido que el chico haya activado el encriptado del teléfono a través del pin que brinda el teléfono”.
“Si no sabés el pin, no podés desencriptar el contenido. Por lo tanto, no podés ver la información”, continúa Borghello. “Por un lado, yo obviamente tiendo a creerle al perito que no lo pudo desencriptar. Por otro lado, nace una discusión. Esto le pasó a WhatsApp hace unos seis meses en Brasil, donde la justicia le pidió a WhatsApp, diciéndole: ‘yo quiero descifrar los mensajes’ y WhatsApp dijo ‘yo no puedo porque no tengo las claves’. Entonces la discusión que aparece acá es si realmente las empresas pueden o no pueden, o si se niegan para decir ‘es tan seguro el sistema, que ni yo puedo’”, agrega.
Mensajes del celular de Nahir Galarza.
Ante la consulta de a qué empresas habría que pedirle acceder a la información, considerando que Fernando tenía un Motorola XT1680, el especialista en Seguridad Informática responde que “en este caso habría dos alternativas. Por un lado sería a Google, porque el teléfono está encriptado, o a WhatsApp. Se puede desencriptar o no dependiendo el tiempo que se tenga, dependiendo los recursos que se tenga, y dependiendo por ahí también si la gente de Google o de WhatsApp quiere colaborar o no”.
“Otra cosa que se puede hacer es contratar una empresa que se especialice pura y exclusivamente en este tipo de casos. En Argentina, que yo sepa, no existe. Y las pocas que yo conozco internacionales son extremadamente caras”, concluye Borghello.
El Día