«Uno de los secretos del éxito no consiste en hacer uno mismo el trabajo sino en buscar y reconocer al hombre apropiado para hacerlo», así se autopresenta en su sitio web el manager Jorge Zonzini quien, por estos días, es el vocero de Nahir Galarza, la joven de 19 detenida e imputada por el crimen de su exnovio, Fernando Pastorizzo.
Zonzini es especialista en entretenimientos, medios, proyectos multimedia y negocios online. Se dedica a posicionar y consolidar productos, marcas, artistas, deportistas, políticos, y ahora a imputados.
Cuando la provincia aún estaba horrorizada por el asesinato de un joven de 21 años, y la posterior confesión de su exnovia como autora material del crimen, los padres de esa chica de aspecto frágil, contrataron a un vocero para manejar la prensa y generar estrategias extrajudiciales que, hoy por hoy, están haciendo bastante ruido en la causa que investiga el crimen.
Y es que la figura del vocero, manager o portavoz, no es habitual en el ámbito judicial local y no está incorporada al código procesal penal. Ese fue el argumento que utilizó el fiscal Sergio Rondoni Caffa para rechazar el planteo de los defensores Víctor Rebosio y Horacio Dargainz de incorporar a Zonzini como auxiliar técnico de la Defensa.
Marginado de la causa judicial, el manager de famosos, sigue trazando su estrategia defensiva en los medios para limpiar la imagen de Nahir en la opinión pública.
La primera estratagema del manager fue difundir un decálogo de fotos amenas de la imputada cuando era niña y adolescente. La presentó a los medios como «la entrerriana más famosa», como si la chica, en vez de en una comisaría, estuviese participando de un casting de top models.
El fin de semana, un medio nacional publicó -a instancias de Zonzini- una entrevista a la detenida donde se describía la celda como una habitación de adolescente, con libros y apuntes de la Facultad.
Ayer, el manager volvió a sorprender con un nuevo golpe de efecto mediático. Difundió parte del contenido de un supuesto diario íntimo de la joven en el que relata situaciones de violencia que vivió con Fernando.
Según el manager los textos difundidos fueron escritos durante 2017 y, aunque el muchacho y la relación en esa época aún estaban vivos, el texto de letra redonda, prolija y sin tachones, está escrito en pasado.
Lo más inverosímil es el relato de cómo el diario llegó a poder de las amigas de Nahir que fueron a visitar a su hermano, se metieron en la habitación, revolvieron el placard y, no solo pidieron y accedieron al permiso para quedárselo, sino que se llevaron una prueba cuya incorporación al expediente hubiese sido importantísima.
Las filtraciones de datos sensibles de la investigación y otras estrategias del vocero no solo están irritando a la familia y allegados de la víctima (Gustavo Pastorizzo, el papá de Fernando, a través de su abogado, pidió lisa y llanamente el secreto de sumario) sino también a la opinión pública, a la que no se le escapan los hilos de lo que se perfila como una tragicomedia.
En su primera aparición pública, los Galarza habían logrado conmover con su pedido de disculpas por lo que había hecho Nahir pero, sobre todo, por cómo rogaron terminar con el «linchamiento mediático» de su hija. Hoy, con Zonzini a la cabeza, la estrategia es que estas puestas en escena ayuden a que la sociedad no la vea como a un monstruo. Tal vez, en el fondo de su corazón, los Galarza crean que están ayudando a su hija. (UNO)